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El Telégrafo

Petróleo y contaminantes

24 de noviembre de 2013

Toxic Sport, entidad ambientalista que condena los auspicios de marcas contaminadoras del ambiente en eventos deportivos, rechazó la 52º edición de la Chevron Manhattan Beach Grand Prix 2013. Resulta insólito que transnacionales que son las grandes contaminadoras apoyen la ‘salud colectiva’ a través del deporte o escudadas en la llamada Responsabilidad Social Empresarial.

Las petroleras han provocado gigantescos daños contra de la salud, no solo humana sino de cualquier organismo de la naturaleza. Un estudio comparativo de los derrames petroleros muestra que la Deepater Horizon vertió al mar el 2010 al menos 17 mil metros cúbicos (m3) de petróleo por una fuga técnica. El accidente del Exxon Valdez en 1989 contaminó con 41 mil m3. El derrame del IXTOC 1 en 1979 fue de 530 mil m3. La Guerra del Golfo produjo la fuga de 4 millones de m3.

La contaminación anual mundial del agua por vertidos petroleros se calcula en 1,4 millones de m3. El caso de Ecuador es impactante: Chevron-Texaco contaminó con 103 mil m3 y vertió 63 mil m3 de agua tóxica en 2 millones de hectáreas, convirtiéndose en la tercera contaminación más grande en la historia del planeta.

Las técnicas de extracción petrolera mal manejadas, antitécnicas, introducidas solo con la visión de ganancia, han generado muerte, productos agrícolas contaminados, aguas tóxicas, intoxicaciones agudas y crónicas, enfermedades dérmicas, enfermedades degenerativas, cáncer, infertilidad, abortos, malformaciones, problemas inmunológicos, daños del material genético y más.

Parecería que el nuevo orden mundial estará marcado por los grandes desastres naturales producidos por la contaminación. El Global 500 Climate Change Report 2013 (http://goo.gl/U023nS) ubica a las diez empresas más contaminadoras: Exxon Mobil, Wal-Mart, Bank of America, Bayer, Samsung, Saint Gobain, Arcelor Mittal, Verizon, RWE y Carnival.

Los intereses financieros de los contaminadores son inimaginables. Eso explica las millonarias campañas de ataques, desprestigio, amenazas, etc., contra quienes los denuncian, así como las campañas de ‘bondad social’. La contaminación inescrupulosa, indolente e inhumana va en contra de toda ética ambiental, de la moral y del derecho público.

La emisión de contaminantes está en relación directa con la riqueza de los países. Los más contaminadores son: China, Estados Unidos, Rusia, India, Japón, Alemania, Reino Unido, Comunidad Europea, Canadá y Corea del Sur. Las reuniones para remediar la contaminación no han llegado a acuerdos eficientes, tal vez porque primero debemos encontrar cura a la voracidad transnacional.

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