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El Telégrafo
José Velásquez

“La importancia de la representación”

29 de junio de 2018

Cuando el demócrata Joe Crowley fue elegido por primera vez al Congreso de Estados Unidos, la pequeña Alexandria Ocasio-Cortez estudiaba en una escuelita del Bronx. Eventualmente, Crowley ganó 10 elecciones seguidas y su liderazgo era tal que durante 14 años nadie lo enfrentó en los comicios partidistas.

Pero la hija de puertorriqueños creció, fue a la universidad, trabajó con el senador Ted Kennedy y fue voluntaria en la campaña del senador Bernie Sanders. Un buen día, decepcionada de su eterno congresista demócrata, decidió enderezar la historia.

Ocasio-Cortez se postuló en las elecciones internas del partido para rivalizar con Crowley en uno de los distritos más diversos del país. Su campaña fue modesta, pero también fue bilingüe, digital, empática y de una franqueza poco usual en política. “Ellos tienen dinero, pero nosotros tenemos a la gente”.

A pesar de su éxito electoral, Crowley no había podido impulsar desde Washington ningún cambio significativo para el Bronx o Queens en 20 años. Pero Ocasio-Cortez tenía una objeción mayor: “Un demócrata que acepta dinero de corporaciones, que no vive aquí, que no envía a sus hijos a nuestras escuelas, que no respira nuestro aire ni toma nuestra agua, no nos puede representar”.

Con esa lógica lo arrasó en las urnas y ganó su derecho a disputar en noviembre una silla en el Congreso ante el republicano Anthony Pappas, quien sabe que su partido no gana allí hace más de tres décadas.

La profesora de escuela dice que las mujeres como ella, sin dinero ni influencias, no entran a la política. Pero que se sintió obligada por las circunstancias.

La gente, aquí y allá, se olvida de que postularse es parte del ejercicio democrático. Que se debe cuestionar a los líderes, incluso si son del mismo partido. Y, sobre todo, que no nos deben representar quienes, mareados en el carrusel político, ya no ponen los pies en la misma tierra que pisamos.

Hasta principios de junio, Crowley se perfilaba como el futuro líder de la bancada demócrata. Hoy ya se dice que el futuro del partido es una hispana de 28 años. (O)

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