Después de la caída del campo socialista europeo, y ante la tenebrosa realidad de que el neoliberalismo como sistema económico, con su acartonado instrumento de dominación mundial -la globalización- tomara el orbe, se generaron estrategias para el análisis político y de reflexión en áreas financieras que crearan formas que evitaran la ultradominación del capital oligopólico sobre las naciones y pueblos menos favorecidos, alternativa que algunos teóricos llamaron ‘tercera vía’.
Especialmente en el Viejo Continente se establecieron fundaciones para estos menesteres, por el temor de la socialdemocracia de perder nichos ideológicos en manos de una derecha cavernaria que pretendía -y lo logró- derruir el estado de bienestar. Dicho sea de paso, erigido como la vitrina contra las tesis del socialismo, pero que siempre constituyó para el capital transnacional un obstáculo para su sed de poder absoluto y de cumplimiento de objetivos básicos: borrar las fronteras nacionales, quitar del medio a los gobiernos y desarrollar una sociedad de mercados.
Uno de esos organismos dedicados a sustanciales estudios sobre temas malsanos de confrontación fue ‘Fórum 2000’, su génesis en 1996, con fines conducentes a “identificar las cuestiones básicas que enfrentan las civilizaciones y para explorar la manera de prevenir la escalada de conflictos que tienen religiones, etnias, culturas como complementos principales de sus enfrentamientos”. Aparentemente metas válidas y humanistas, aunque más pronto que tarde, especialmente cuando Rusia restañó sus heridas y China emergió como potencia indiscutible junto a otros países de Asia y África y en América Latina se daba el ‘cambio de época’, la organización se transformó en un soporte de la nueva guerra fría, varios de sus líderes, consciente o inconscientemente, fueron cooptados por servicios non sanctos y convirtieron a la entidad en palestra de la internacional oscura y reaccionaria. Con planificación deleznable y sustancial apoyo financiero -de dónde, no sé- es el sostén monetario de cuanto grupúsculo ultramontano o personajillo faccioso demande auxilio en contra de los gobiernos progresistas de Latinoamérica.
La agenda de su asamblea, XVII a reunirse en la Praga de Havel, en lo formal, plantea temas de democracia y DD.HH., mas, en el fondo, dada la circunstancia de quienes son mayoría entre los asistentes, solamente se podrá esperar el vituperio funesto, la satanización de regímenes de Rusia y China, de Venezuela y Cuba, de Bolivia y Ecuador de Argentina y de Brasil, de Irán y Palestina.
El tinglado ya está montado y el gran titiritero está presto e impaciente esperando a sus invitados: el Presidente de Estonia; el español Aznar; el boliviano Adán Oliva; el ‘gaucho’ Gabriel Salvia; los venezolanos Granier, Guevara; y del Ecuador, según información de Percy Alvarado G., publicada en el diario EL TELÉGRAFO, estarán: Emilio Palacio, Andrés Páez, el exministro Pozo y el Alcalde quiteño. Junto a delegaciones de EE.UU., Eslovaquia, Taiwán y los anfitriones de República Checa.
La paranoia mediática cubrirá este cuarto de hora de notoriedad circense de los poderes fácticos, aunque las buenas gentes del planeta seguirán con la lucha y la esperanza, el trabajo y el amor, sin tener en cuenta la enormidad del vacío malicioso de los perpetradores de la historia y la justicia.