Publicidad

Ecuador, 02 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Melania Mora Witt

Otras elecciones

08 de noviembre de 2014

Es un comentario habitual aquel de que en las elecciones que se den en Estados Unidos deberíamos votar todos, ya que las políticas derivadas de esos resultados nos afectarán en forma global.

El pueblo norteamericano ha optado en los comicios del 4 de noviembre por apoyar a los republicanos, como rechazo al presidente Obama y a  la forma en que ha ejercido su mandato. Al momento han conseguido 242 escaños en la Cámara de Representantes frente a 175 de los demócratas, en tanto restan por definirse 18 curules. Cuentan con 52 senadores frente a 45 del partido opositor y con 31 gobernadores. Según comentarios de la prensa estadounidense, tal mayoría solo fue obtenida  por ese partido en la década del 30 del pasado siglo.

Si los problemas fundamentales son el desempleo y el lento despertar de la economía, ¿cuál es la razón de que los electores voten por un partido que tradicionalmente representa a los sectores más adinerados, que no tienen como prioridad la atención a los problemas sociales? La respuesta es compleja, pero no se aparta del comportamiento de otros sufragantes que, en Francia, por ejemplo, se vuelcan hacia la extrema derecha de Le Pen, debido al descontento con la administración del socialista Hollande.

Desde nuestra perspectiva, el gobierno de Obama frustró las esperanzas que un entusiasmado voto puso en él, confiando en que su origen y antecedentes determinaran una mayor cercanía con los anhelos populares. Los temas del seguro de salud para toda la comunidad y la esperada reforma migratoria movilizaron en su momento a la comunidad hispana y a los sectores más relegados socialmente.

Obama hizo poco honor al Premio Nobel de la Paz injustificadamente concedido. Cuando se realizó la invasión a Irak con motivaciones que se demostraron falsas, se opuso a tal ataque injustificado; sin embargo, su gobierno ha auspiciado golpes de Estado (Paraguay y Honduras) y asesinatos selectivos a través de aviones no tripulados, faltando también a su promesa de eliminar la cárcel de Guantánamo. Posiblemente estos elementos no han sido decisivos para el electorado, pero contribuyeron a generar un malestar social que se tradujo en la inasistencia a las mesas de votación. Un gran cansancio ante las ofertas incumplidas dejó indiferente a  amplios grupos humanos.

Lamentablemente el dominio republicano no solo repercutirá al interior de su país, sino en el resto del mundo. Para los gobiernos progresistas de América Latina, probablemente se creen mayores dificultades, derivadas de la afinidad de los triunfadores con los grupos más retrógrados de nuestros países. La paz del mundo que se mantiene precariamente -ya que focos de guerra y violencia están activos en muchas partes- verá incrementadas las amenazas, afectando a todos los habitantes del planeta.

Frente a esos resultados se hace imperativa la unidad de nuestros pueblos para, en conjunto, hacer frente a las amenazas que puedan provenir de los sectores más reaccionarios  de Estados Unidos. Los procesos de integración serán un muro efectivo contra cualquier pretensión imperial.

Contenido externo patrocinado