El escenario político del país, este año y los dos siguientes, es de carácter electoral. Están en juego las estrategias electorales de la oposición y del gobierno. Sin embargo, en dicho escenario entran otros elementos: económicos, legales, sociales, etc.
Que la aprobación de las reformas constitucionales, por la Corte Constitucional, vayan por el camino de la enmienda, las cuales serían tratadas por la Asamblea Nacional, ha dado lugar a que la oposición tome como estrategia proponer una consulta popular sobre este tema. Si bien existe una discusión jurídica, si esto es posible, también hay una tarima de la oposición para su estrategia electoral que se centra en la no reelección presidencial indefinida. A pesar de que esta es una de las reformas, el trasfondo es evitar que Correa sea el candidato presidencial, que goza de alto respaldo popular, pues la oposición no tiene un candidato fuerte. Por eso la derecha, que se une a la bandera de la consulta, recorre distintos caminos. Por un lado, CREO y Concertación se han aliado en el colectivo Compromiso Ecuador.
En cambio, Sociedad Patriótica promociona un referéndum, y SUMA y otros movimientos están por decidirse. El PSC-Madera de Guerrero, si bien apoya la consulta, al parecer va a sumarse siguiendo la tendencia. Por otro lado, el movimiento indígena señala que no se unirá a la derecha, sin embargo, apoya una consulta popular para aprobar reformas y plantea una nueva Asamblea Constituyente para adoptar otra Constitución.
Por su parte, el Gobierno presentó las reformas al Código de Trabajo, entre las que destacan mayor estabilidad, afiliación al IESS de amas de casa y límites a las brechas salariales y utilidades. También se formó la Central Unitaria de Trabajadores, que apoya la iniciativa gubernamental.
Como repuesta, el movimiento sindical e indígena realizó una marcha para protestar por las reformas laborales y enmiendas constitucionales. Las reformas legales son otros de los elementos que entran en el escenario. Además de la ley laboral, están en camino varios proyectos de ley, como el impuesto a la plusvalía de los inmuebles y predios, a la comida chatarra; con la ley de tierras, se afectarían los predios no explotados, etc.
Estas medidas y las reformas laborales impactarían principalmente a la clase media que, según estudio del BID, ya constituye casi un tercio de la población del país. Otro elemento del escenario es el económico. En el Presupuesto del Estado 2015, por la caída del precio del petróleo, se plantean recortes a subsidios de transporte, electricidad, vivienda, etc., y, por otro lado, se haría un ajuste económico con la posible reducción del nivel de gasto, liquidez e inversión pública, que traería un menor crecimiento económico con los efectos sobre el empleo e ingreso.
Se va configurando un escenario complicado con algunos elementos no controlables y que definirán la estrategia que seguirá la oposición y el gobierno. Este busca sumar apoyo de varios sectores y población. La oposición, en cambio, pone énfasis en lo político.