Me voy a referir a la operación y mantenimiento de las obras de los proyectos de riego. Estos sistemas cuentan de varias estructuras: embalse, represa, derivación y captación, control, conducción y drenaje, mantenimiento de vías de acceso y vigilancia, etc.
Todas ellas se deben operar coordinadamente y protegerse, pues de su conservación depende la obtención de los objetivos del proyecto y la amortización de la inversión durante el período establecido como “Vida Útil” del sistema.
Las inversiones para su construcción son costosas y las financia el Estado mediante empréstitos que las amortiza de acuerdo a la “Vida Útil”, concepto financiero que corresponde a la duración estimada de las obras realizando la función para la cual fueron construidas.
Sin embargo, muchas veces estas obras dependiendo de un eficiente manejo continúan prestando servicio mucho más allá del tiempo estimado como “Vida Útil”. Podemos citar casos excepcionales de duración como el Acueducto de Segovia, la fecha de su construcción se pierde entre el primer y segundo siglo de la Era Cristiana y sigue prestando sus servicio y es motivo de orgullo de la ciudad donde está establecido, constando su imagen en el escudo.
Los costes de construcción de las obras financiadas por las instituciones internacionales de crédito para el desarrollo son mayores a los que tienen los países desarrollados, reservándose el prestamista la calificación de los constructores (este es el precio del subdesarrollo). Las etapas de construcción están planificadas y presupuestadas y se las cumple de acuerdo a los contratos internacionales, pero una vez terminada la construcción, empieza la tarea que justifica la obra, la cual no está financiada y es la obtención de los objetivos del proyecto, proceso dependiente de los programas de operación, mantenimiento y la organización de los campesinos. Esta etapa crítica al incumplirse no solamente significa la pérdida de la inversión sino también la confianza sobre los planes desarrollados por el Estado, iniciándose el deterioro del sistema antes de cumplir con sus objetivos.
En los países en donde están organizados los distritos de riego, el servicio técnico cuenta con un libro de obra, en el cual casuísticamente están descritas, día por día, las tareas de mantenimiento de los sistemas y es el referente para las auditorías que el Estado obligatoriamente debe informar a los usuarios en salvaguarda de sus intereses y seguridad alimentaria del país.