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El Telégrafo

Nuevo mensaje de los Mayas

20 de enero de 2013

¿Lo escucharon? Probablemente no. La sociedad de consumo estaba aturdida por el fragor de las compras navideñas en los centros comerciales.

Se ha conocido que el 21 de diciembre se movilizaron casi 50 mil zapatistas, la mayoría jóvenes de comunidades bases pertenecientes a los pueblos mayas en rebeldía en la selva Lacandona, tzeltales, tzotziles, choles, tojolabales, mames y zoques de Chiapas, quienes en forma disciplinada, con los puños izquierdos en alto,  el rostro cubierto, ocuparon las plazas centrales de cinco ciudades de Chiapas, 20 mil en San Cristóbal de Las Casas, 8 mil en Palenque, 8 mil en Las Margaritas, 6 mil en Ocosingo y 5 mil en Altamirano. Luego regresaron a la  selva. Fue su movilización, esta vez pacífica,  más numerosa desde el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional el uno de enero de 1994.

Después de la movilización se oyó el mensaje del Subcomandante Marcos: “A quien corresponda. ¿Escucharon? Es el sonido de su mundo derrumbándose/ Es el del nuestro resurgiendo/ El día que fue el día, era noche/ Y noche será el día que será el día”.
Lo que hicieron los rebeldes mayas zapatistas no fue reaparecer, sino reafirmar su vigencia, afirma Luis Hernández Navarro, por quien he conocido este acontecimiento ignorado por la prensa.

Según él, el mensaje anuncia un renacimiento en el mundo maya zapatista, que se organiza para el cambio, ejemplo para el mundo. Ha creado bases de apoyo que se gobiernan a sí mismas, ejercen justicia y resuelven conflictos agrarios. En sus territorios, los rebeldes han hecho funcionar sus sistemas de salud y educación al margen de los gobiernos estatales y federal, organizado la producción y comercialización y mantenido en pie su estructura militar. Y hasta han sorteado con eficacia las amenazas del narcotráfico, la inseguridad pública y la migración. Se trata, concluye Hernández Navarro,  “de un silencio que expresa una fecunda capacidad generativa de otros horizontes de transformación social, una gran potencia”.

François Houtart, quien  pasó la Navidad con los Zapatistas, de regreso en Quito me explicó que a pesar de los ataques constantes y  de políticas gubernamentales destinadas a sofocarlos, los zapatistas no solamente están vivos sino que están  activos, organizados en 5  “caracoles” u órganos administrativos territoriales y centros sociales incrementando la productividad agrícola. Y que con su mensaje hacen también un llamamiento al Gobierno a cumplir los Acuerdos de San Andrés de 1995.

Un mundo se derrumba y otro renace.

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