8 millones de habitantes de los 11,2 que tiene Cuba nacieron y crecieron curtidos y curados bajo las sanciones económicas del embargo norteamericano y han visto crecer a su país en base al esfuerzo personal y social, como otro país de Latinoamérica, con la diferencia de que su sistema político se suma a los innumerables atractivos que tiene el más grande país caribeño, que ante el restablecimiento de las relaciones diplomáticas –luego de 53 años de rotas- con EE.UU. inicia un dominó de cambios en toda la región.
República Dominicana y Costa Rica han expresado sus temores de una caída en su turismo una vez que se permita el libre acceso a la isla a todos los norteamericanos, que con bloqueo llegan a los 170 mil visitantes anuales, cifra que con los nuevos permisos ya aprobados a familiares, investigadores, periodistas, organizadores de eventos, etc, podrá quintuplicarse sin problemas y aumentar 1 millón de visitantes al año a los 3 millones que ya recibe Cuba, que en los últimos 24 años ha tenido 43 millones de turistas y el 2014 cerrará con un crecimiento muy superior al 5% esperado.
El turismo es la tercera fuente de ingresos de Cuba después de los servicios médicos y las remezas, gracias a una infraestructura que funciona muy bien y que crece en lo estatal y lo privado con planificación y que va a tener inversores extranjeros haciendo cola, pues es claro el potencial turístico que con sus costos, calidad en el servicio y cercanía a EE.UU., desplazará sin esfuerzo a otros destinos del Caribe y Centroamérica.
Si bien el presidente Obama opina que el bloqueo no ha logrado el derrocamiento del régimen, es claro que en 53 años se ha permeado y hace agua por muchos lados, empezando por las mismas empresas norteamericanas como las aerolíneas AA o Blue Airways que trabajan muy bien con la isla “rentando” sus aviones a terceros.
Si bien el bloqueo tardará en ser eliminado oficialmente, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas alentará más negocios a los ya existentes y el impresionante flujo actual de mercaderías a la isla va a incrementarse sustancialmente en los meses siguientes con las nuevas medidas, que pueden parecer muy simbólicas como importar hasta $400 en productos cubanos con un límite de $100 en licores y tabaco, pero que disparará la demanda de los ya cotizados productos cubanos, como el ron, los habanos o medicinas. Claro que otros negocios están por desaparecer, como el vivir de las ayudas de la Usaid en Miami.
Barack Obama y Raúl Castro están cambiando radicalmente el destino no solo de Cuba, sino de las Américas, pues es muy clara la influencia de ambos países en nuestras naciones y gobernantes, pero el mensaje más determinante es que dialogar y llegar a acuerdos van a ser acciones políticas muy valoradas por las poblaciones y especialmente por los votantes.