Publicidad

Ecuador, 30 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Melania Mora Witt

Nuevo Código del Trabajo

03 de mayo de 2014

Cuando el presidente Correa designó al economista Carlos Marx Carrasco como nuevo ministro de Relaciones Laborales, recalcó el carácter socialista del régimen. Quienes conocemos la vida y militancia de Carlos, sabemos que tiene el mejor perfil para, desde ese ámbito clave, manejar con firmeza y claridad ideológica las delicadas relaciones entre el capital y el trabajo.

El código que nos rige fue elaborado en el gobierno del general Alberto Enríquez Gallo. Durante su lamentablemente corta administración, se dieron pasos importantes en la democratización del país, sobresaliendo la expedición del Código del Trabajo, elaborado por destacados ciudadanos, entre ellos el Dr. Carlos Ayala Cabanilla.

En el gobierno de la Revolución Ciudadana, el ministerio a cargo de las relaciones laborales está llamado a marcar la diferencia. Los trabajadores, en su más amplia acepción, constituyen la base que sostiene la vida del país. Su adhesión a los cambios estructurales indispensables es la condición para efectuarlos en paz.

Las conquistas logradas tienen carácter histórico y son fruto de sacrificios y, a veces, de sangre derramada.

Por ello, sin desmedro de los derechos de los empresarios, la socialización  iniciada el 1 de mayo debe ser el espacio en el cual se recojan los legítimos reclamos y sugerencias que vienen del sector.

Se menciona que el proyecto entregado en Esmeraldas corresponde al quinto borrador, lo que muestra la complejidad de su construcción. Como debe ser, y ello merece el aplauso ciudadano, será ampliamente discutido y al al ‘no estar escrito en piedra’, serán bienvenidos ajustes y correcciones.

Al inicio del proceso de elaboración de borradores, aparecía como nueva conquista la entrega de acciones de las empresas a los trabajadores, como forma de pago de utilidades, algo que sin éxito se trató de hacer en la Europa de la posguerra, bajo el nombre de ‘capitalismo popular’, que engañosamente los convertía en ‘propietarios’. Únicamente cuando ellos adquieren la empresa, como ha sucedido en Ecuador con la hacienda La Clementina o el hotel Ramada, entre otros, se hace verdadera la posesión del colectivo de trabajadores.

Hay demandas específicas de quienes laboran en el sector público. Es importante que se considere que ellos son elemento importante para que el aparato estatal funcione con eficiencia y eficacia y, sobre todo, para que se empoderen de una revolución que es también la suya.

El nuevo código es un hito básico en el camino al buen vivir.

Contenido externo patrocinado