Publicidad

Ecuador, 25 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Nueva era

19 de diciembre de 2012

Los sacerdotes mayas nos dicen que el 21 de diciembre será “un tiempo favorable para el reordenamiento de la vida en el planeta”. ¡Buena noticia, entonces! ¿Quién no ve que los tiempos están cambiando? ¿Y por qué el universo no podría darnos una mano para vivir y convivir mejor si toda la Creación somos una sola unidad?

“El mundo está cambiando”. Nunca como antes hemos descubierto que minerales, plantas, animales y seres humanos somos una sola, diversa y progresiva expresión de la vida. Ahora proclamamos: “La Madre Tierra es sujeto de dignidad y de derechos”. “Otro mundo es posible, necesario y urgente”. El Pueblo de los Pobres no acepta más ser dominado, explotado, engañado, asesinado.

Se está terminando la era agrícola después de unos 7.000 años de desarrollo, sustituida por una era de tecnologías de punta, comunicaciones ultrarrápidas y conocimientos que se desarrollan aceleradamente. Con el fin de esta era agrícola se termina también la cultura a la que había dado forma.

Las religiones y las iglesias también han entrado en este torbellino y nos logran responder a los nuevos desafíos. La mayoría de ellas piensa que es mejor regresar al pasado y mantenerlo a toda costa. El resultado es desastroso: se vacían de sus fieles; están en un proceso de desaparición o de minoría inconsistentes. Las religiones y las iglesias desaparecen porque se construyeron desde la cultura, los mitos, los símbolos, el arte, agrarios que ya no hablan a las nuevas generaciones: son ruinas del pasado que no van a revivir.

Al mismo tiempo, si lo viejo agoniza, lo nuevo está irrumpiendo. Si las religiones y las iglesias desaparecen, la espiritualidad busca nuevas expresiones, nuevos símbolos y nuevos ritos acordes a los tiempos de hoy. La Iglesia de los Pobres abre nuevos caminos al cristianismo, las religiones indígenas menos institucionalizadas ofrecen nuevas oportunidades: es la hora del pluralismo religioso que nos permite discernir y enriquecernos para encontrar las nuevas formas y expresiones que va a tomar la espiritualidad para los tiempos de hoy.

Como en tiempos del apóstol Pablo, cuando el acontecimiento de Jesús de Nazaret marcaba el comienzo de nuevos tiempos para Europa, podemos repetir: “la creación gime y sufre dolores de parto”.

Abrámonos esperanzadamente a la metamorfosis de nuestro mundo -el agrario-, ayudándonos en comunidades vivas a discernir e inventar nuevas y válidas expresiones de la gran espiritualidad escondida en cada una y cada uno de nosotros.

Contenido externo patrocinado