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El Telégrafo

Nueva crisis financiera

24 de mayo de 2012

El sorpresivo anuncio del principal banco de activos estadounidense, JP Morgan Chase, reportando una pérdida de 2 billones de dólares y que en opinión de algunos organismos reguladores del Gobierno americano podría llegar a los 3 billones de dólares, ha causado una gran conmoción dentro de su sistema bancario. Cuando se creía superada la crisis provocada por la debacle financiera de 2008, ha vuelto a sentirse ahora, pero con menor intensidad, aunque no deja de ser motivo de una eventual revisión de las regulaciones para mejorar y fortalecer los controles bancarios de parte de los organismos estatales. Así mismo, en un futuro cercano, otros bancos podrían tener problemas similares.

Por otro lado, en el viejo continente, al mismo tiempo de producirse el comunicado de JP Morgan Chase, el Banco de España informaba la adopción de nuevas medidas de endurecimiento al sistema bancario ibérico afectado por una situación de préstamos y activos en problemas. La banca española ha reportado que unos 332 billones de euros se encuentran en inversiones inmobiliarias y que de estos, 184 billones son irrecuperables. Este es el segundo paquete de reformas que España, en solo 3 meses, impone a su sistema financiero.

Moody’s redujo la calificación de créditos de 16 bancos españoles debido a la calidad de los préstamos en sus carteras, el deterioro de las condiciones económicas y la presión que está ejerciendo el mercado sobre el Gobierno español. El euro se encuentra al borde del abismo, y los griegos iniciaron una estampida retirando sus depósitos, descapitalizando a los bancos. Eso se contagia con gran virulencia, de banco a banco, de nación a nación y de continente a continente. Además, la calificación crediticia de Grecia fue reducida por Fitch, de B- a CCC debido al riesgo de que el país no pueda mantener su membresía en la Eurozona.   

De regreso a los Estados Unidos de América, debo señalar que las acciones en bolsa de JP Morgan Chase cayeron el fin de semana anterior en un 7% de su valor nominal en el mercado, cotizándose en $ 37.89 en la bolsa neoyorquina. La pérdida de JP Morgan Chase ha vuelto a recordar la necesidad de imponer reglas claras en las prácticas del negocio de la intermediación financiera en el sistema bancario. A propósito, de acuerdo a los analistas que siguen los pasos de estas operaciones, el caso JP Morgan Chase es una señal inequívoca de alerta y prevención a los demás bancos que asumen posiciones de mucho riesgo en las operaciones bursátiles.

La crisis iniciada en la primavera de 2008, catapultó a Barack Obama a la presidencia en noviembre de ese año. Ahora, un nuevo colapso económico podría desalojarlo de la Casa Blanca, porque sería mucho peor. Aquella golpeó una economía sólida, mientras que esta será como una explosión nuclear en una nación desesperada, con millones de familias desalojadas, 12 millones de desempleados y varios millones atrapados en deudas con intereses de usura e impagables.

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