Mañana comienza el Abierto Francés de Tenis, más conocido por todos como Roland Garros, el torneo más importante del planeta sobre canchas de polvo de ladrillo o tierra batida, como la llaman los franceses. Y es que para muchos es el torneo más difícil de ganar por el gran esfuerzo físico y mental que demanda el tenis sobre una superficie más lenta como ésta.
Y es justamente por estos factores que el favorito a alzar el trofeo de “Los Mosqueteros” una vez más, es el español Rafael Nadal, ya que si buscamos adjetivos para describir su juego y sus principales atributos encontramos su fortaleza física y sicológica.
Nadal llega a Roland Garros en un gran momento, pues de los cuatro torneos de preparación previos ganó tres en forma holgada y contundente. Comenzó la temporada de arcilla ganando el Masters 1000 de Montecarlo por octava ocasión y lo hizo sin perder un solo set y derrotando en la final a su principal adversario, el serbio Novak Djokovic, quien fue el jugador que le arrebató el primer lugar del ranking mundial y quien lo había derrotado en los últimos siete enfrentamientos.
Para Nadal fue un triunfo muy importante y necesario para romper el dominio que le imponía el serbio durante más de un año. Fue una victoria clave para recuperar la confianza y volver a creer en sí mismo y volver a sentirse como el mejor, al menos en la arcilla roja.
La opinión de los detractores de Nadal y de los fanáticos de “Nole” fue que Djokovic estuvo afectado mentalmente por el fallecimiento de su abuelo mientras estaba jugando el torneo del principado, pero de cualquier manera este triunfo fue el combustible que necesitaba “Rafa” para volver a dominar el circuito de polvo de ladrillo.
La semana siguiente volvió a destrozar a todos sus rivales en el torneo Conde de Godó en Barcelona, en donde ganó su séptimo título sin jamás sentirse seriamente amenazado.
La única mancha en esta temporada casi perfecta la tuvo en Madrid en el único torneo Masters 1000 de su país, en donde desde que pisó la ciudad hizo público su descontento con la superficie de arcilla azul, especialmente por lo resbaloso del piso, por lo que finalmente cayó derrotado en cuartos de final frente a su compatriota Fernando Verdasco, y dejó la ciudad jurando que no volvería a jugar el torneo en caso de que se mantuvieran las mismas condiciones de la cancha.
En un deporte individual como el tenis, en el cual la parte mental juega un papel preponderante, la seguridad en ti mismo es de vital importancia, y esta confianza de la que hablan casi a diario los tenistas cuesta mucho conseguirla, y a veces es muy fácil perderla, pero una vez perdida resulta aún más complicado recuperarla, por eso Rafa necesitaba hacer un buen torneo en Roma para no dejar ninguna duda de que es el jugador a vencer en París.
Y pienso que Rafa en Roma consiguió eso y mucho más ya que ganó su título número 21 en torneos Masters 1000, imponiendo un nuevo récord y rompiendo el empate en 20 que mantenía con Roger Federer. Además, recuperó el segundo lugar del ranking ATP que le había arrebatado el suizo con su triunfo en Madrid la semana anterior, y así levantó su sexto trofeo de campeón en el histórico Foro Itálico -ya lo había hecho en 2005, 2006, 2007, 2009 y 2010-, venció nuevamente a Djokovic en dos sets en la final y no solamente ganó el partido sino que parece también estar ganándole nuevamente la batalla mental al serbio, pues mientras a Rafa se lo ve nuevamente con su clásica actitud y mirada ganadora a Nole se lo vio frustrado, dubitativo, ansioso y en muchos pasajes del encuentro cometió casi el doble de errores no forzados que el español -41 a 21- e incluso llegó a destrozar una raqueta mostrando su evidente frustración, y para rematar perdió el partido con una doble falta en match point. Recordemos que Djokovic el año pasado perdió su primer partido de la temporada en semifinales de París frente a Roger y en este 2012 ya ha perdido 5, incluyendo los dos contra Nadal, y si bien es cierto que ganó el Abierto de Australia, en enero no aparece como el tenista invencible del 2011.
Va a ser muy difícil destronar a Nadal este año, recordemos que el mallorquín tiene un registro de 45 victorias y una sola derrota en París, y si hacemos memoria ésta fue frente al sueco Robin Soderling en el 2009 cuando su rodilla le estaba dando muchos problemas, y esa lesión lo obligó a renunciar a participar en Wimbledon ese año.
Las cifras de Rafa son impresionantes; sus 6 títulos en siete presentaciones solo permiten la comparación frente a los números del sueco Bjorn Borg, otra leyenda del tenis. Borg ganó 6 veces el torneo parisino, y solamente perdió en dos ocasiones (en 1974 y 1976), ambas contra el mismo oponente, el italiano Adriano Panatta, quien se coronó campeón en 1976.
En 1981 el sueco ganó su sexto y último Roland Garros y se retiró después del Abierto de los Estados Unidos de ese año cuando apenas tenía 25 años.
Nadal cumplirá 26 años durante la segunda semana de competencia en París y nada le gustaría más que festejarlos con un séptimo campeonato y un nuevo récord. Sus rivales lo tendrán definitivamente muy cuesta arriba.