Publicidad

Ecuador, 27 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Mujeres

19 de mayo de 2013

Aunque la humanidad ha desarrollado el empirismo racional y la ciencia, aún quedan atavismos ideológicos que dificultan el desenvolvimiento igualitario de mujeres y hombres en todos los ámbitos. Superada la ficción de que las mujeres vienen de la costilla de Adán, la genética devela  cuestiones esenciales en este tema.

Biológica y genéticamente el plan primario de la naturaleza es ser mujer. Ambos sexos tienen el mismo número de cromosomas (46) y genes (23 mil). Los óvulos tienen un solo cromosoma sexual,  llamado X, y durante la fecundación, los espermatozoides del hombre complementan la carga genética con otro cromosoma X determinando una mujer con todas sus características, son XX. La otra alternativa es que los espermatozoides lleven un cromosoma Y determinando un hombre física y funcionalmente, son XY.

No existen individuos que tengan solo un cromosoma Y sin un cromosoma X, pero sí, en cambio, existen mujeres que tienen un solo cromosoma X, aunque su set de cromosomas está incompleto, la presencia de un solo X forma el organismo hacia el sexo femenino, por eso se dice que el plan primario de la naturaleza es ser mujer. El aporte del otro cromosoma X o Y proporciona la normalidad a mujeres y hombres.   

La pseudociencia ha tratado de diferenciar la psicología de la mujer y la del hombre sobre todo en el área de los sentimientos “sublimes”. Erradamente se atribuye solo a la mujer sensibilidad, espiritualidad, abnegación y otros; la pseudociencia pretende discriminarlas. Científicamente las características de conformación del cerebro de los humanos es similar en mujeres y hombres, así como sus manifestaciones psíquicas superiores: voluntad, inteligencia, percepción, sensación, temperamento, carácter, donde tampoco se encuentran diferencias en uno u otro sexo. Mujeres y hombres tienen la misma conformación neurológica y las mismas capacidades psíquicas e intelectuales, y aunque la historia da cuenta de una menor participación protagónica femenina, su rol en la sociedad es o debería ser equitativamente importante.

En la consulta genética, se mantienen criterios machistas y preferencias al momento de decidir sobre uno u otro sexo de los individuos, o carga de enfermedad. Sentimientos de culpabilidad, retaliación, abandonos y violencia  direccionadas a las mujeres son más frecuentes. Por fortuna, en  Ecuador, cada vez más mujeres ocupan puestos directivos luchando contra la discriminación, por lo que su apoyo al ejercicio de los derechos (incluidos los reproductivos) y del trabajo justo auspicia el avance del país.

Contenido externo patrocinado