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El Telégrafo

Morejón es “garra y corazón”

23 de febrero de 2013

Luis Adrián Morejón Ripalda nació en Guayaquil el 28 de marzo de 1973. A los 7 años acudió a la escuela del Tenis Club (GTC) que en ese entonces dirigía Miguel Olvera. Tras 4 meses dejó el deporte “blanco”  por el fútbol. Sin embargo, 4 años más tarde retomó la raqueta; esta vez con la meta de ser un profesional y representar al Ecuador en Copa Davis.

Al cumplir  11 años participó en un clasificatorio para el Nacional categoría 12, en  Ibarra, y fue eliminado pronto. Esto no hizo más que motivarlo. Al año siguiente  fue vicecampeón nacional de la categoría y con apenas 14 años ya era el número 1 del país en dos categorías: 14 y 16. A los 15 años era el mejor juvenil ecuatoriano (hasta 18 años).

En 1988 se radicó en Florida (EE.UU.) para estudiar y entrenar en la academia de Nick Bollettieri  junto a muchos de los mejores tenistas juveniles del mundo. De compañera tuvo a Mónica Seles, que se convertiría en la #1 del mundo y ganadora de 9 títulos de Grand Slam.

El primer resultado importante de Luis Adrián, a nivel internacional, fue en el Sudamericano Sub-16 que se disputó en el GTC. Morejón fue finalista en singles y por equipos. Como número 1 del país lideró a la selección hasta la final donde cayeron ante Argentina, a pesar de su triunfo contra el #1 “albiceleste”.

En 1991 se cumpliría uno de sus sueños: ser convocado -por el capitán Ricardo Ycaza- al equipo Copa Davis, que midió a Trinidad y Tobago en Puerto España.
Debutó con un triunfo en singles contra Orville Adams en tres sets y en dobles, junto a otro juvenil (Pablo Campana) remontaron la desventaja de dos sets a cero con Adams y Christopher Mark para definir la serie 3-6, 5-7, 7-6, 6-2 y 6-4.

Con la llave ya definida ganó su partido de singles frente a Mark Webster, por 6-4 y 6-2 para blanquear así (5-0) a los anfitriones. Pero después de este auspicioso inicio en la Davis no todo fue “color de rosas” para Morejón; debió afrontar dolorosas derrotas en partidos claves, como ante el peruano Alejandro Aramburú (Guayaquil 1992) que definió la serie 3-2 para los sureños y contra el portorriqueño Joey Rivé, también en el 5to punto de local en el Guayaquil Tenis.

Estas derrotas generaron comentarios negativos y fuertes críticas, algo duro de sobrellevar con apenas 19 años. En 1994 tuve el privilegio y el honor de asumir la  capitanía del equipo Copa Davis  con un elenco joven conformado por Morejón, Nicolás Lapentti, Campana y Andrés Alarcón. Se veían claramente las ganas de Adrián de reivindicarse y ser parte importante de la selección para mostrar a sus críticos su valía como tenista.

Y Morejón poco a poco se convirtió en un aporte fundamental e indispensable para nuestro equipo, logrando triunfos claves, algunos de los cuales recuerdo como si fuesen ayer. Por ejemplo, la remontada contra el cubano Juan Pino en La Habana revirtiendo una desventaja de 4-1 con dos quiebres de servicio en el quinto set para ganarlo por un marcador total de 8-6. Otro momento inolvidable fue su victoria en 4 sets sobre el #1 argentino, Hernán Gumy en Buenos Aires. Abrió el camino para el “inesperado” triunfo tricolor en esta serie.

En abril de 1998 Luis Adrián da el vital segundo punto para el país contra el canadiense Daniel Nestor en el estadio Francisco Segura Cano. A pesar de no haber podido ejecutar su servicio con normalidad -debido a una lesión en la espalda que sufrió en el primer game- ese partido lo ganó a base de entrega,  garra y amor por la patria.

En abril del 2000 visitamos a Perú en Lima. Luis Adrián había tenido una “para” a causa de una infección en el pie que lo mantuvo hospitalizado por días. Allí decidí no alinearlo de singlista el primer día, pero con la serie igualada a 2 puntos, tomé la decisión de mandarlo a definir la llave contra Túpac Venero.

Morejón gana el primer set 6-3 y Venero se lleva el segundo (3-6); tuvimos una conversación en el descanso, Adrián me dijo “estoy bien” y que el partido era suyo; rápidamente ganó el tercero 6-2 y el cuarto 6-1 para darnos una victoria importantísima que nos clasificaba al Grupo Mundial, hecho que se logró en septiembre de ese año con la victoria ante Gran Bretaña.

Luis jugó su última  Copa Davis en la victoria 5-0 contra Bahamas en Guayaquil (julio 2002) derrotando en singles a Lavaughn Munroe y en dobles, con Carlos Avellán, a Munroe y Devin Mullings. Su última convocatoria fue ante Rumania (septiembre 2003).

A nivel de torneos individuales Morejón siempre brilló en Challenger locales. Llegó a la final de Salinas en 1996 y alcanzó cuatro veces la final del torneo en Quito. Fue campeón en 1995 venciendo al francés Jerome Golmard; fue vicecampeón en 1996 ante Pablo Campana. En 1999 cayó  ante el chileno Nicolás Massú y disputó su última final en la capital en el 2001; tal vez la que más le dolió, pues se decidió en un tie break del tercer set contra Hugo Armando, de Estados Unidos. Fuera del país ganó el Challenger de San Luis Potosí (México 1998) y ese mismo año en Santa Cruz (Bolivia) jugó la final contra Gastón Gaudio.

A nivel de torneos ATP su mejor resultado fue la semifinal de Bogotá 1996, donde tras ganar tres partidos de clasificación accedió al cuadro principal donde ganó al finalista de Wimbledon, Malivai Washington (segunda ronda)  y al finalista de Roland Garros Alberto Berasategui (cuartos de final), en semifinales Lapentti lo venció 7-5 en el tercer set, en un partido complicado entre dos amigos que entrenaban, viajaban y compartían tiempo juntos. Ese cotejo fue clave en la carrera de “Nico”, que procedió a ganar la final y su primer título profesional y para Luis Adrián podía haber sido su entrada a los 100 primeros del ranking ATP.

Su último juego como profesional fue en el Challenger de Quito 2003 contra  Ricardo Mello, de Brasil. Al finalizar el duelo recibió un homenaje por su trayectoria en el torneo.

Actualmente Morejón es un exitoso empresario que se mantiene vinculado al tenis, organizando eventos como el Challenger de Guayaquil junto a su socio Andrés Gómez; además, gracias a sus contactos han venido al Ecuador tenistas de la talla de Pete Sampras, John McEnroe, Jim Courier, Guillermo Vilas, Carlos Moyá, Iván Lendl y una larga lista. Me fue grato escribir este artículo de él, pues tuve la suerte de compartir sus experiencias. Además, estoy seguro de que los éxitos seguirán llegando en todos sus proyectos.

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