Publicidad

Ecuador, 24 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Misiva al “Che” Guevara

02 de noviembre de 2012

“Che”. Según afirman algunos ideólogos de viejas culturas y dioses fuertes, es factible dialogar con aquellas personas  fundamentales y notables del ayer, a pesar de que se hayan ido en el obligado traslado a la incorporeidad. Sus acciones igualmente sustanciales que marcaron y señalan las sendas luminosas de justicia y emancipación siguen mereciendo la admiración del mundo, no obstante que sus protagonistas y ejecutores no estén entre nosotros.

Por todo ello te escribo venciendo distensiones de limitaciones personales, espacios y épocas, evocando la grandeza de tu existencia como motivación sustancial de vida, que acompaña a la humanidad progresista  perennemente, y que es el estímulo poderoso para luchar contra las injusticias de toda índole Y es que “Che”, para continuar la construcción de la virtud por la que combatiste y enfrentaste a la muerte y que supera la maldad y la diatriba, es menester seguir tu ejemplo.

Empero, es necesario que ahora consideremos la arquitectura de un presente, sin jamás olvidar el pasado ni soslayar con patéticas paradojas los crímenes cometidos contra el pueblo. Los ideales de dignidad humana, conciencia y solidaridad social que abrazaste desde tus horas tempranas de sustantividad están más vigentes que nunca en América Latina y en todo el orbe.

Mientras el capitalismo languidece en su torvo coexistir de dominio, los humildes asumen la responsabilidad de sus propios destinos, del choque de los aceros solo surgen limallas y esquirlas. La prosa de asombro que corroe los imperios no implica su derrota final, pero la circunstancia histórica nos da cuenta que el reino de las sombras, con su malvada razón, retrocede cada día ante la llegada de la luz de liberación popular con su perspectiva de cambios revolucionarios

La verdad, “Che”, tu Verdad, escrita con sangre, más que con metáforas, sepultan el odio de los impotentes que con alevosía de rameras te llamaron “bandolero”, o de quienes insignificantes e hipócritas mencionan tu nombre en vano. Estuviste en el Ecuador en un octubre de hace casi 60 años, pero el viejo país que conociste ya no es el mismo, probablemente no lo reconocerías, pues las injusticias atávicas que lo torturaban están tocando retirada, hay un conglomerado movilizado, un proyecto político reivindicador y un conductor ilustrado y valiente; y lo propio sucede en muchas naciones de nuestro continente que recorriste tiempos atrás y donde ahora hay más amor que hambre, y trascienden las ideas -tus ideas- de libertad y equidad que en el pasado la vesania mediática invisibilizó. Hay un despertar, “Che”, se puede verificar y estoy cierto tú  fervientemente ayudarías a consolidar. Hasta la victoria siempre.

P.D. El 30 de octubre del año 2012 he asistido a un hecho especial, la inauguración de un monumento que conmemora tu paso por Guayaquil, los instantes transcurridos han sido reverentes sin importar las provocaciones de unos cuantos cipayos que intentaron mancillarlo, los propulsores  de este acto en tu memoria merecen el agradecimiento ciudadano. Aunque en mi simplicidad emocional considere  que las estatuas aprisionan el alma y le quitan la simiente íntima y la validez de la savia universal de seres humanos como tú, celebro la iniciativa y te la comparto.

Contenido externo patrocinado