Es paradójico cuando una mujer se escandaliza con la palabra feminismo, estamos llenas de juicios de valor fruto del desconocimiento, por eso en este proceso de introspección y de conciencia de lo que es ser mujer en el mundo y en Ecuador, quiero dejar en mis lectores el cuestionamiento en su concepto de feminismo, y trascender a la realidad detrás de una palabra que muchas veces asusta, ¿Qué es el feminismo?: Es el movimiento que busca equidad de acceso y goce de derechos para el género femenino.
Tenemos una Constitución híper garantista, que en teoría nos permite a nosotras acceder a la totalidad de derechos allí consagrados, sin embargo la realidad nos evidencia que esto no sucede. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INEC, en su Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo ENEMDU, a septiembre de 2020 la tasa de empleo no remunerado fue de 16,9% para mujeres, y de 6,3% para hombres; de acuerdo al Informe de la Cuenta Satélite de Trabajo no Remunerado de los Hogares, las mujeres realizan en promedio 31 horas a la semana de trabajo no remunerado en el hogar y estudian en promedio 2,14 años más que un hombre para conseguir un empleo adecuado.
Por eso si hemos tenido el privilegio de tener acceso a educación debemos trabajar por aquellas que no lo tienen, pues la educación es el único camino para tener independencia, y esta es la única herramienta contra la violencia económica, patrimonial, social, vicaria, emocional, psicológica, sexual y física que persigue día a día a nuestro género. Tiene que dejar de ser común ver a nuestro genero jugar contra nosotras, nos hemos convencido que hay espacios en donde no tenemos cabida; y ese silencio se acumula en la no exigencia de la equidad lo cual culmina con consecuencias catastróficas. Entendamos: “El triunfo de una es el triunfo de todas”, ¡sororidad y solidaridad!, el feminismo no tiene tendencia ni bandera política, no es ser bueno o malo, no te exime de obligaciones, ni de responsabilidades; no te encasilla, no te prohíbe cuestionar, ni es contrario a tu feminidad, simplemente te hace una persona que busca que todas podamos acceder a derechos con equidad legal y social, el feminismo es la mochila completa de igualdad en derechos y obligaciones.
Y este es un momento crucial para unirnos pues las desigualdades desnudadas y agravadas durante la pandemia, tienen una relación directa con los roles de género, por eso las políticas publicas de reactivación y recuperación requerirán que se estudie y se aborde el problema con un enfoque de género, la productividad va de la mano del diseño de políticas publicas que tengan como eje principal cerrar brechas, y tenemos que ser las actrices principales de las normas que vayan a afectarnos.
Todas somos feministas, porque todas buscamos respeto, equidad y seguridad por el solo hecho de ser personas, defendámonos entre nosotras, debemos buscar tener la representatividad que merecemos.