Así se titula la obra que acaba de presentarse en la Feria del Libro de Santo Domingo, República Dominicana, y que recoge treinta artículos escritos por el profesor Juan Bosch, notable intelectual dominicano, que fuera el primer presidente electo de su país tras la larga tiranía de Trujillo.
Lo singular de esta obra reside en que no fue escrita como tal por el profesor Bosch, sino que fue organizada por nosotros con textos suyos, doce años después de su muerte, para rendir homenaje a este gran pensador y político democrático de nuestra América, que fue también un maestro de la literatura, un afamado sociólogo y un formidable historiador.
La otra singularidad radica en que su publicación fue hecha por el gobierno de la Revolución Ciudadana, a través de sus ministerios de Cultura y Patrimonio, en correspondencia a la nominación de Ecuador como país invitado a dicha feria. Dicho de otro modo, homenaje por homenaje, afecto por afecto, mentes fraternas que se juntan para reflexionar sobre el pasado y empujar la reconstrucción de la unidad de nuestra América.
Porque ha de saberse que la actual República Dominicana, tras proclamar su independencia, buscó ser parte de la Gran Colombia, notable hecho que nos une en la historia pasada y debe reunirnos otra vez bajo la sombra fresca de la Celac y la Unasur.
Y es precisamente ese espíritu de fraternidad americana el que late en este nuevo libro del profesor Juan Bosch, donde su autor recrea, con visión certera y habilísima pluma, una multitud de sucesos de la historia latinoamericana que debieran estar en la memoria de todos nuestros pueblos, unos como símbolo de lo deseable y otros como alerta ante lo temible.
El esclavismo y el capitalismo tardío, las luchas de Simón Bolívar, la historia de Haití, el nacimiento de Panamá, la doctrina Truman, la política exterior norteamericana, las semejanzas entre los países andinos y caribeños, el Chile de Allende, la manipulación informativa contra Cuba, las realidades de Centroamérica, las andanzas de la Legión del Caribe y los problemas de la democracia en América Latina, son algunos de los temas tratados en la obra.
Esas varias particularidades explican el entusiasmo con que este libro ha sido recibido por el público dominicano, que lo ha elogiado generosamente. Ojalá el público ecuatoriano acoja este libro con parecida emoción, para enriquecer su memoria de Patria Grande.