Los medios llamados, por costumbre, “independientes”, hace ya algún tiempo abandonaron la objetividad en el manejo de la noticia y sus columnistas, para asegurar su espacio, convierten los temas de análisis y orientación cívica en mensajes de odio, insultos y agresión contra el gobierno del buen vivir y su líder Rafael Correa Delgado. En su mayoría articulistas privados que se han desempeñado como voceros de las tiendas políticas de oposición, hoy sepultadas por mandato popular, reanudan con disimulo su tarea conspiradora.
Los medios “libres”, prensa, radio y televisión, vencidos, juntos a la quebrantada oposición política, se resisten a perder su hegemonía y comienzan a ensayar nuevas estrategias, en su intento por seguir diseñando opinión pública, en su beneficio propio y de la oligarquía explotadora. Explican a su manera, “Las razones detrás del triunfo de la Revolución Ciudadana”. Entre otras, argumentan la debilidad de la oposición y la carencia de planes alternativos frente a los ya existentes, pero los articulistas esconden su responsabilidad como principales culpables de la derrota electoral.
Si consideran como terminada la era de la partidocracia, con los resultados de la justa de febrero, sin embargo retoman la estrategia equivocada de conceder espacio y amplia cobertura a personas insignificantes con el fallido intento de empañar la pureza del sufragio y lesionar la grandeza del líder de la revolución ciudadana; por allí pregonan con ínfula el retorno del “crespón negro”. Cubren una página dedicada a una exdirigenta de los empresarios y en forma solapada la invitan a “guerrear con el mismo aire aristocrático de sus mejores años”. Como si se tratare de una acción noble la obligan a recordar la marcha a favor de los banqueros y, disimuladamente, insinuarle que se incorpore a las filas del autoproclamado líder de la oposición.
Se olvidan los articulistas “independientes” que un periodismo sin ética no ayuda a fortalecer la democracia. Elevarlo como héroe a un revoltoso que cumplió condena por agresión al rector de la Universidad Central y causar daño a bienes públicos y privados es alentar y compartir el terrorismo como forma de “hacer oposición”. Editorializar pidiendo clemencia para los estudiantes que azuzados por los politicastros causaron graves desmanes, es premiar la indisciplina, en lugar de formular un llamado a los jóvenes y maestros a buscar soluciones en los conflictos en el marco de la comprensión y el respeto.
Así como el presidente Rafael Correa, reelegido para un nuevo mandato, invita al diálogo a dirigentes políticos altivos a servir al país, la invocación se extiende a periodistas saludables a incorporarse a la instauración de un periodismo que cumpla su misión: informar la verdad, educar y orientar a los pueblos en su búsqueda de la paz y justicia social.