El marqués de Vargas Llosa, título que ostenta el escritor peruano nacionalizado español, ha llegado a Caracas contratado por la oposición al gobierno de Maduro, para lo que sería una opereta, si no fuera tan criminal y doloroso el drama que se ha montado contra el pueblo, con un reparto de alta y mediana burguesía, en el que participan los obispos.
“Creo que es una gesta épica”, declaró en una entrevista publicada en El Espectador de Bogotá; además, considera vergonzosa la supuesta neutralidad de los gobiernos latinoamericanos frente a la crisis que vive ese país.
Parece como que ignorara ciertas obviedades en el contexto de la oposición al gobierno bolivariano:
1- La oposición, mal perdedora, ha construido su estrategia de golpe contra Maduro, calificando su elección de fraudulenta, a pesar de que las elecciones tuvieron una amplia supervisión, en la que participó el Centro Carter especializado en la observación de procesos electorales, y de que el expresidente Carter ha elogiado públicamente el sistema electoral venezolano: “De las 92 elecciones que hemos monitoreado, yo diría que el proceso electoral en Venezuela es el mejor del mundo”. Según él, la mayor ventaja del sistema venezolano es que sea totalmente automático, lo que facilita la verificación de los resultados de las elecciones, como fue el caso. Más aún, se confirmó la reelección del líder de la oposición, Henrique Capriles, Gobernador del estado de Miranda con 50,35% de los votos frente al exvicepresidente Elías Jaua con 46,13%. ¿Por qué Capriles sí está posesionado legítimamente en el cargo desde donde viene incendiando al país? Sin embargo, el marqués asegura que “No se puede hablar de Venezuela como una democracia”.
2-¿Desconocerá el interés del imperio en impedir que la riqueza petrolera esté en manos de un gobierno que ha optado por los pobres y logrado grandes avances en la erradicación de la pobreza con el dinero que antes iba a los bolsillos de la burguesía y a los bancos del imperio? La impronta de la CIA en la desestabilización de Venezuela es una de las obviedades incontestables. ¿O será agente encubierto?
3- ¿Repudiará que los obispos venezolanos hayan militado desde los primeros momentos explícitamente en apoyo al sector más recalcitrante y cegato de la oposición venezolana, como afirma el padre Matías S.J, quien añade que “no ostentan la más mínima imparcialidad”? Que visite al arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Sabino, y le pida la opinión que expresó este Domingo de Ramos.
Nada extraño sería que titule su próxima novela ‘La Fiesta de la Guarimba’.