Publicidad

Ecuador, 04 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Alfredo Zaiat

Macri no entiende

19 de mayo de 2018

Si el presidente Mauricio Macri está realmente convencido del relato de las causas de la corrida cambiaria que ofreció en la conferencia de prensa ayer en Olivos, y si es compartido también por su equipo de gobierno, otra vez las fuerzas políticas conservadoras, que tienen un inmenso ejército de economistas dedicado hace décadas a confundir a la sociedad, siguen sin entender nada de la debilidad estructural de la economía argentina y sus cíclicas crisis.

Macri insistió una y otra vez que el principal problema es el déficit fiscal. Lo mismo repite la enorme red de propaganda pública y privada y casi todos los economistas que circulan por los medios. El camino para abordar el desequilibrio de las cuentas públicas, profundizado por medidas instrumentadas por la administración macrista (eliminación de retenciones y disminución de alícuotas de impuestos progresivos), será acelerar el ajuste fiscal, como informó Macri, en línea con lo aconsejado por el Fondo Monetario Internacional en la evaluación del Artículo IV.

Aunque el discurso oficial y dominante continúe prometiendo la bonanza futura con la reducción del gasto público, incluso alcanzando déficit fiscal cero, el peligro de otra fase de la corrida cambiaria seguirá presente. La fragilidad de la economía no es las cuentas fiscales, nominadas en pesos, sino la de las cuentas externas, nominadas en dólares.  

El argumento falaz para avanzar en un ajuste regresivo es que disminuyendo el déficit fiscal no habrá que seguir mendigando dólares en Wall Street. Financiar necesidades en pesos con endeudamiento en dólares fue uno de los mayores desatinos de la economía macrista. Los billetes verdes que conseguía el Tesoro se los entregaba a cambio de pesos al Banco Central que, a la vez, los reabsorbía emitiendo Lebac, como estrategia principal de una política antiinflacionaria que se demostró fallida.

El saldo es el actual desquicio económico con una bomba de tiempo mensual en cada megavencimiento de Lebac, el agotamiento de la fuente de financiamiento de dólares de Wall Street y la profundización del déficit de las cuentas externas. La restricción externa es el factor más relevante para entender la inestabilidad económica argentina hoy y desde hace ocho décadas. No hay suficientes dólares para satisfacer la constante e importante demanda de diferentes actores económicos.

Para que se entienda, la debilidad de la economía argentina no son los pesos, que emite, sino los dólares, que no genera ni tiene suficientes. Mientras no se comprenda que este es el principal problema y se promueva que con el ajuste del gasto público disminuirán las necesidades de financiamiento en dólares, el riesgo de una corrida cambiaria y el colapso de la economía macrista seguirán latentes. (O)

Contenido externo patrocinado