Publicidad

Ecuador, 01 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Guido Calderón

Lost in Shanghái

22 de junio de 2014

Shanghái y sus 25 millones de habitantes en relación a New York es 5 veces más grande, más limpia, rica, amable y segura. Una metrópoli de arquitectura tradicional fusionada con la más vanguardista y ecológica, donde a cada paso se encuentra obra pública -muy cuidada y respetada- y privada, que sorprenden por su belleza y majestuosidad.

Tenía planificado visitar varias ciudades de China en 2 semanas de invitación, pero no pude escapar del armonioso encanto de la capital financiera de China. Cada día superó al anterior, al caminar por una ciudad en la cual perderse es un placer. Hay tanta señalética que es fácil encontrar el camino. Su tren subterráneo -tal vez el mejor del mundo- es impecable, ordenado, puntual, nada que ver con el bullicioso y peligroso metro de New York. La obra pública es abundante, supera el utilitarismo y llega a la exquisitez, en especial, floral, que convierte a esta lujosa ciudad en la que más flores tiene por habitante. Su acelerado crecimiento económico satisface en demasía las necesidades básicas y superiores de sus habitantes, hay abundancia de todo, en especial de comida  -con altísimo valor agregado- en todos los sabores imaginables, cada propuesta gastronómica está conceptuada, diseñada y como todo lo chino, en busca de la perfección, además de barata. Máquinas expendedoras están en todo lado.

Acá están todas las supermarcas del mundo, con publicidades del tamaño de rascacielos que hacen parecer a la 5ta Avenida una vitrina de almacén, su gente viste muy bien, no se ven excentricismos, en especial los jóvenes -muy vinculados al mundo virtual- son respetuosos y la mayoría habla inglés, por lo que siempre hay alguien que le ayuda con amabilidad.

La tecnología y la conectividad son la marca de Shanghái, todo está automatizado, en especial la seguridad, para acceder a cualquier servicio de transporte se pasa por máquinas o detectores, no existe delincuencia, se disfruta con tranquilidad las calles muy lujosas hasta los mercados más populares, donde abundan ropa y aparatos tecnológicos ‘falsos’ de mucha mejor calidad que los ‘originales’ que nos venden en Miami.

Este abundante progreso es para convertir a Shanghái en una ciudad para la vida y el futuro, por lo que su sistema de comunicación ciudadana fomenta también valores básicos como dedicar tiempo a los niños o no incomodar con ruido a los vecinos. En medios internacionales publicaré extensos reportajes de Shanghái, aquí apenas expreso mi asombro por todo lo que podríamos imitar.

Contenido externo patrocinado