La firmeza con que se asimila y pregona que el Deportivo Quito debe ser cauto para enfrentarse a la Universidad de Chile es sólida, no existe una confianza garantizada, el respeto hacia la capacidad del equipo “araucano” ha volado a tremenda altura, tres goles no son sello final de acceso a la siguiente fase.
Las causas que pusieron al Deportivo Quito en esta posibilidad van de la mano del rendimiento de sus jugadores, algunos de ellos con convocatorias esporádicas a la selección, los que fueron llamados para los partidos comprometidos, a los que no podían ir los estelares.
Fidel Martínez es el primer elemento que entra en el espacio aéreo de los que piden aterrizar en la Casa de la Selección durante los días de convocatoria para los próximos partidos de la selección de fútbol. Él es uno de los que hacemos mención cuando nos referimos a los responsables de la contundencia de los “chullas” jugando Copa Libertadores en Quito, tiene cartel para llamar potentemente la atención y por qué no ser convocado para jugar frente a Colombia.
De ese mismo barrio es otro jugador del cual, cuando analizamos su récord de convocatorias, bien podría ser parte de la letra de la canción de Julio Iglesias, “a veces sí, a veces no”... así pasa con Isaac Mina, llega y se va, es llamado y después nada... su labor con los “azulgrana ” lo pone también en la fila de los que piden pista, además es zurdo y por ese lado, con esas condiciones, no existen muchos en el continente.
Ibarra, Renato, no Miguel... se quedó fuera del mundial Sub-20 por una lesión, de ahí su vida se viene realizando en Holanda, donde cada fin de semana, con lo cerca que se ha puesto el mundo hoy por las carreteras virtuales, tenemos (y también el cuerpo técnico de la selección) la posibilidad de verlo.
Lo observo así también, como muchos, Ibarra está sentado en uno de esos aviones que sobrevuelan la pista de convocatoria.
El argumento de que milita en una segunda categoría pesa fuerte, como también juega a favor de este futbolista el hecho de que esa Liga sea en Brasil y que esté anotando goles con una frecuencia notable, Joffre Guerrón está haciendo explotar su “dinamita” y gritando a todo pulmón que le den una “miradita” de confianza a lo que hace en Brasil.
La sobrepoblación de talento y capacidad que ha generado el fútbol local en la línea de volantes hace que ganar un cupo como jugador de alguno de esos puestos se vuelva cada vez más difícil y demandante, eso lo sabe mejor que nadie Pedro Quiñónez, quien pese a su calidad y rendimiento mostrado en la Copa Libertadores, sabe que por el momento tendrá que ver de lejos una convocatoria, peor aun si su estilo de juego lo mantiene al filo del reglamento... no lo digo yo, lo dijo el seleccionador nacional.
El arco de la “Tri” tiene un cupo abierto, Máximo Banguera no tapa desde el 4 de marzo, dos meses arduos de rehabilitación, su regreso tendrá el análisis fijo sobre su forma y si estará listo para el 2 de junio.
Alexander Domínguez ha sido convocado con estabilidad, está listo para el puesto, no cabe duda... y si Banguera no es llamado, ¿quién sera el otro arquero?... ¿Esteban Dreer?, ¿el nacionalizado tiene cupo en esas aeronaves que piden pista para aterrizar?... mi voto dice que sí.
¿Y Claudio Bieler?... podría ser también, ya está habilitado para recibir un llamado, no lo descarten. Desde Serbia, Augusto Batioja ha solicitado un cupo, hace algo de ruido, pero todavía no está en la ruta al aterrizaje.
Las dudas quedarán despejadas el próximo lunes, el cuerpo técnico reconoció que se observó a cerca de 50 jugadores, que no descartan la posibilidad de armar un operativo para el partido contra Argentina y otro con Colombia, mientras tanto, todos estos jugadores seguirán pidiendo pista.