El cambio de imagen pública, la mejoría en la calidad del servicio a los ciudadanos y la eliminación de la corrupción de menudeo, que rondaba los alrededores de estas oficinas, son evidentes.
Esta transformación progresiva está avanzando aceleradamente en cada provincia, sin embargo, quedan retos que enfrentar, que los mencionamos como un aporte independiente a quienes hoy lideran tan importante institución.
La ley actual de Registro Civil es del año 1972 y está alejada de las nuevas realidades sociales del país y su vinculación con la Constitución actual; se requiere una nueva ley y reglamento.
Reducir la corrupción a cero.
Unificar el documento de identificación actual, porque en el país ahora circulan tres tipos de cédulas de identidad: 1) la emitida por el RCCI del gobierno central (versión anterior); 2) la versión renovada de la cédula de última tecnología; y 3) la cédula del RCCI, Municipal de Guayaquil; es evidente que, en una realidad así, la seguridad se vuelve vulnerable, porque este documento debe ser único; no somos estados autónomos o federales.
Corregir los procesos existentes para garantizar matrimonios entre ciudadanos nacionales y extranjeros, donde se han encontrados fraudes recientemente.
Inscripciones tardías de niños y fallecidos en general.
Los cambios de nombres voluntarios por una sola vez, diferenciando los denigrantes o ridículos, de los que sugieren subjetivamente un cambio de sexo, ilustrado con el siguiente ejemplo: Jesús Alejandro por Lorena Scarlet, es evidente la confusión de identidad, si a esto añadimos que su vestimenta y presentación en la foto varia de hombre a mujer, es evidente que estamos al frente de un vacío legal.
Igual cuidado y controles merecen actualizarse, para evitar que se modifiquen nombres a delincuentes fichados y cédulas de ciudadanos extranjeros, etc.
La entrega de cédulas y demás documentos, en alianza estratégica con la renovada oficina de Correos del Ecuador, se haría a domicilio; los beneficios son múltiples, en ahorro de tiempo, colas, estrés, robos de documentos.
Implementar la actualización domiciliaria cada seis meses, para mantener los censos actualizados y padrones electorales.
Proporcionar el nuevo servicio de “Reconstrucción de la Historia Familiar Ciudadana” para ligar los descendientes, ascendientes y sus nexos de consanguinidad y políticos por varias generaciones.