“Y los 10 héroes de CNN de 2013 son...”. El anuncio se hizo en el Museo de Historia Natural de Nueva York, el pasado domingo 1 de diciembre. ‘CNN Heroes: An All-Star Tribute’ es un evento anual desde hace siete años. Cada uno de los 10 finalistas recibió 50.000 dólares y el ganador 250.000. De los diez seleccionados, tres fueron mujeres extranjeras, de Irak, Kenia y Camerún; los siete restantes, de EE.UU.
Dale Beatty perdió sus piernas en la guerra de Irak, su país, y ayuda a que veteranos discapacitados de Estados Unidos tengan vivienda. Katenya Ntaiya, de Kenia, fue la primera mujer de la aldea en asistir a la universidad en Estados Unidos; a su regreso, abrió la primera escuela primaria para niñas. La camerunés Georges Bwelle, graduada en medicina, brinda atención médica gratuita a quienes lo necesitan.
Entre los gringos, Robin Emmons convirtió su patio trasero en un huerto para la gente necesitada. Danielle Gletow publica sus deseos en línea, para que el público pueda ayudar a niños pobres. “Estoy aquí para ser una madre para todos”.
Tawanda Jones recurre a la danza para empoderar a la juventud. Nares inició un grupo que brinda servicios de transporte y apoyo a niños con cáncer. Chad Pregracke ha dedicado su vida a limpiar el río Mississipi y otras vías fluviales en Estados Unidos. Estella Pyfrom empleó los ahorros de toda su vida para crear un laboratorio móvil de computación que ofrece tutorías a miles de estudiantes de bajos ingresos. Laura Stachel creó una ‘maleta solar’ para ayudar al personal de salud a recibir bebés en más de 20 países en desarrollo.
Son meritorios y hasta extraordinarios los esfuerzos que hacen por cambiar el mundo, cada uno a su manera. El problema es el concepto de heroísmo ‘light’, que homenajea CNN en contraste con el verdadero.
El ganador fue Chad Pregracke, cuya acción es la más hollywoodiana: limpiar ríos. Desde 1998, con la ayuda de miles de voluntarios, ha sacado 7 millones de libras de basura de 22 ríos en todo el país y recuperado de los ríos 218 lavadoras, 19 tractores, 12 jacuzzis, cuatro pianos y casi 1.000 refrigeradores.
Un Sísifo moderno que tiene tarea para el resto de su vida, mientras no se tomen medidas estructurales de reforma de la sociedad consumista llevada de una ‘mano invisible’ que todo lo arregla. Si bien un Sísifo con corazón, pues compartió los 250.000 dólares que recibió con sus compañeros de concurso.
Yo hubiera elegido a la iraquí, más cercana del concepto de heroicidad, que implica, más que hazaña, gran valentía.
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