La historia ha enseñado que el cambio en el interior de las personas es un aspecto ignorado cuando se quiere cambiar la matriz productiva. Se dan fracasos cuando no se toman en cuenta los factores subjetivos de las personas, y no es suficiente que reciban una formación y capacitación en una actividad productiva.
Hay que entender nuestros orígenes sociales y psicológicos de dependencia y neocolonialismo. Desde los patrones culturales y creencias negativas sobre el uso del dinero, la administración de bienes y la creatividad en los aspectos personal, familiar y empresarial. El ecuatoriano ha desarrollado creencias de fracaso personal y productivo. Los cambios externos a las personas, en cualquier aspecto, no garantizan que las destrezas y competencias desarrolladas en las capacitaciones puedan implementarse cuando se tienen patrones culturales y creencias negativas.
Los objetivos del cambio de la matriz energética y productiva son retos muy importantes como para no considerar cada aspecto que pueda colapsarlo.
El problema fundamental y el cambio profundo se encuentra en que las personas tienen malos hábitos, no tienen conciencia de ellos; otras veces tienen conciencia de sus malos hábitos y no los pueden cambiar, convirtiéndose en obstáculos para su desarrollo personal y en el trabajo; también ocurre que saben lo que se debe hacer, pero no logran implementarlo. Ahí se encuentra el núcleo de los cambios personales, institucionales y de un país.
No sirve de mucho tener la mejor infraestructura física del mundo con personas que no se encuentran preparadas, en lo psicológico ni en las habilidades y destrezas adecuadas para trabajar.
Esto es válido, tanto en el cambio de la justicia, de la salud, del sistema educativo, como en el cambio en general de la matriz productiva.
Se trabaja sin convicciones, sin el deseo de perfeccionamiento continuo y de servicio a los demás. La buena noticia es que desde hace aproximadamente 30 años existen metodologías e instrumentos para reprogramar las creencias y patrones culturales de las personas, para que sean excelentes.
Todos los ecuatorianos debemos convertirnos en emprendedores y superar bloqueos mentales y culturales. La implementación de los programas de modelación para la excelencia han sido la piedra angular (y el secreto mejor guardado) de los éxitos de emprendimiento en los países líderes en desarrollo económico y social.
El reto es cambiar masivamente en el interior de cada persona, y hacerlo ya.