Con la concurrencia de 25 ponentes, 9 de ellos pertenecientes a la Academia, la coordinación de José Carlos Arias, director del Archivo Histórico lojano y el auspicio de la Municipalidad, entre el 24 y el 26 de junio se realizó el Congreso Internacional titulado ‘Loja Histórica’ en la capital de la provincia sureña. Circunstancias personales impidieron mi aceptación a la invitación recibida.
Como sucedió en otros momentos de la vida del país, Loja da ejemplo al plantear la discusión de los grandes temas de la patria. Para conversar y reflexionar sobre ellos, buscó la participación de historiadores, sociólogos, escritores, arqueólogos, artistas e investigadores, que abordaron una temática rica y diversa. Allí estuvieron: Jorge Núñez, Jenny Londoño, Galo Ramón, César Alarcón, Gustavo Pérez, Víctor Rodríguez, Benjamín Pinza, Javier Gomezjurado, Diego González, Sofía Sanz, María Isabel Punín, Martha Romero, Lucas Achig, Eudoxia Estrella, Numa Maldonado, Galo Sarmiento, Félix Paladines, Elizabeth Hernández, Voltaire Medina, Genaro Eguiguren, Mariella García, Susana Aldana, José Carlos Arias y José Bolívar Castillo, el dinámico burgomaestre de esa entrañable región del Ecuador. Cada uno de los invitados adjunta una brillante hoja de vida.
Por datos de prensa y la entusiasta versión de Mariella García, sé que el Encuentro se realizó en un entorno participativo en el que se involucró la comunidad lojana; en un ambiente creativo y lúdico se inauguró la exposición ‘El futuro es el presente del pasado’; la Orquesta Sinfónica, el Coro Polifónico y el grupo Kapak Ñan evidenciaron que Loja es la capital cultural ecuatoriana, sobre todo porque en ella, el afán por las tareas del intelecto y del arte son patrimonio de la mayoría de sus habitantes.
Aunque ya no es la ciudad pequeña y recoleta en la que transcurrieron los mejores años de mi vida, continúa siendo una urbe universitaria donde los estudiantes, desde la escuela hasta el posgrado, son parte fundamental de la vida cotidiana. En un clima amistoso, propio de los lojanos, la ciudad acoge cordialmente a personas que hablan el mismo idioma cultural y artístico y que, cada vez más, provienen de variadas latitudes del orbe. El conocimiento, su desarrollo y aplicación, van en Loja en forma paralela con la preservación de su identidad y el Archivo Histórico Municipal está convirtiéndose en piedra angular para la preservación de la memoria. José Carlos Arias, el español que se declara ya lojano, está dando pasos seguros en tal sentido, abordando una tarea hasta ahora pendiente.
Las Memorias del Congreso que editará la Academia de Historia Nacional, desde ya suscitan un gran interés. Seguramente el cruce informativo y vivencial entre los expertos permitió el surgimiento de nuevos temas de investigación que en el futuro contribuirán a visibilizar, aún más, el papel de Loja en la construcción de nuestra nacionalidad.
En estos momentos de grave confusión, este simposio científico marca el derrotero por el que el país debería continuar, afianzando sus valores esenciales. (I)