En los primeros seis años de gobierno de la Revolución Ciudadana se alcanzaron objetivos sociales y políticos. En el tercer período presidencial de Correa, el objetivo central es económico, que implica el cambio de la matriz productiva, continuación de la reforma institucional y limitación al poder mediático.
En cuanto a lo económico, si bien se habla de la reorientación de la matriz productiva o cambio del modelo económico se requiere dar pasos previos. Uno, es una reforma agraria integral (tierra, insumos, asistencia técnica, crédito y mercadeo), que entre sus objetivos está asegurar la soberanía alimentaria. Para dicha reforma, uno de los insumos fundamentales es el agua, utilizada intensivamente por la agricultura, minería y algunas industrias, por ello es necesaria la Ley de Recursos Hídricos, que regulará la provisión del líquido. Por otro lado, el otro factor indispensable es la tierra, y por tanto su ley. Al parecer el Gobierno va a un proceso de redistribución de las tierras a organizaciones campesinas, para democratizar los medios de producción.
El cambio del modelo económico requiere financiamiento, de ahí que se explica el envío a la Asamblea de la reforma a la Ley de Minería, para establecer una participación del Estado que atraiga la inversión extranjera en este campo. Además contribuirá a dicho financiamiento el proyecto de Ley de Reforma de Mercado de Valores, con la cual los sectores privado y público accederán a más recursos.
La reforma institucional avanzará además con la reforma de la banca de desarrollo. Se eliminará el BEV, reestructurará el IECE y el BNF para que sean eficientesOtro aspecto importante es la inversión. Hasta el momento el nivel de actividad económica ha sido dinamizado principalmente por la inversión pública. En el cambio de la matriz productiva se proyecta estimular nuevas actividades económicas, lo cual requiere de la inversión privada, que necesita más incentivos, lo que implicaría una reforma al Código de la Producción y, por otro lado, se necesita transformar al Ministerio de Industrias y Producción para que instrumente el cambio de dicha matriz. Además se han anulado los tratados de inversión recíproca por ser lesivos al interés nacional y se va hacia la definición de nuevas reglas del juego para la inversión extranjera, que debe estar condicionada al aporte de tecnología, su transferencia y conocimientos de punta.
El cambio del modelo, de acuerdo a propuesta del Gobierno, no solo pasa por una etapa de industrialización intermedia, sino que además requiere de diversificar nuestras exportaciones. Por ello, se explica la creación del Ministerio de Comercio Exterior, que se encargaría de la negociación de acuerdos comerciales, como los de la UE, Mercosur, etc., para exportar productos con mayor valor agregado.
La reforma institucional avanzará además con la reforma de la banca de desarrollo. Se va a eliminar el BEV, reestructurar el IECE y BNF para que sean entidades especializadas y eficientes y cumplan con su papel. Se planteó una nueva Ley de Instituciones Financieras y una reforma a la Ley del Banco Central y del Estado, de manera que contribuyan al financiamiento de la inversión. Poco a poco se va armando el puzzle.