Se vienen tiempos difíciles en 2015 en lo económico, por shocks externos, que implicarán ajustes y medidas; además tendríamos los conflictos por la entrada en vigencia de nuevas leyes que afectarán a intereses; a eso se suma, por el lado político, las estrategias de los partidos y movimientos por las enmiendas constitucionales.
Por el lado económico, la caída del precio del petróleo, la apreciación del dólar y depreciación de monedas latinoamericanas incidirán. En el primer caso, en los últimos meses del año pasado, el precio del petróleo cayó a menos de 60 dólares, muy por debajo de los $ 79,9 aprobados en el Presupuesto del Estado. Como estos recursos financian la obra pública, no podrían realizarse algunos proyectos de infraestructura, lo que a su vez, según sea el precio del crudo, implicaría menor crecimiento económico al estimado de 4% y del empleo. También aumentaría el déficit fiscal y, en consecuencia, las necesidades de financiamiento.
La apreciación del dólar y depreciación de las monedas latinoamericanas, disminuirá la competitividad de nuestras exportaciones y abaratará importaciones. Si la UE entra en recesión en 2015, Rusia, por la caída de su moneda, crecería menos; por la recuperación de los países asiáticos de la enfermedad del camarón y de otros países productores de banano tendríamos, por estos shocks externos, efectos en balanza comercial. Si hay fenómeno El Niño, habría más efectos. Entre las medidas anunciadas están la aprobada Ley de Incentivos a Producción, las salvaguardas a importaciones andinas, etc.
En cuanto al marco jurídico, regiría la Ley de Telecomunicaciones disponiendo, entre otros aspectos, que las empresas con alta concentración de mercado paguen una especie de regalía (aplicada a empresas que explotan recursos naturales) siendo la operadora Claro y DirecTv las que tendrían que aportar al fisco.
Además, por el redondeo de minutos deberán pagar una contribución al Estado. En cuanto a lo primero, habría que analizar el contrato de concesión y, en lo segundo, se debería devolver completamente a los afectados (clientes) en efectivo. También regiría la Ley de Justicia Laboral y Seguridad Social que entre otras disposiciones está el seguro de las amas de casa, que salen beneficiadas pero pone presión al IESS, y el contrato indefinido de trabajo, lo cual genera fricción con los empresarios. Se suma, la Ley de Tierras que afectaría a las extensiones improductivas que incumplen su función social y económica, se crea un Fondo de Tierras y se establece la Unidad Productiva Familiar, lo que implicaría un conflicto con los dueños de grandes propiedades y demanda por redistribución de la tierra.
Finalmente, las estrategias electorales de los partidos opositores establecen como táctica impedir la reelección presidencial mientras que el Gobierno la defiende, manteniendo la incertidumbre sobre su futuro candidato. En fin, a los efectos económicos se unen los conflictos por nuevas leyes y los factores políticos que proyectan un escenario conflictivo, duro y difícil en este año.