La Asamblea aprobó la ley de Justicia Laboral y Reconocimiento del Trabajo del Hogar que, entre los aspectos principales, establece la afiliación al IESS de la amas de casa, estabilidad laboral, límite a las utilidades, brechas salariales y periodicidad del pago de los décimos sueldos. En este artículo trataremos el primer tema.
La afiliación al IESS de las amas de casa es un reconocimiento al trabajo del hogar no remunerado y posibilita la protección social con ciertas restricciones. Las aportaciones al IESS de ellas se establecen en función del ingreso de la unidad económica familiar (jefe de familia) y la Base Presuntiva de Aportación (BPA).
El monto de esta será en función del salario básico unificado, SBU (este año $ 354). En el 2015, pagarían si el SBU fuera: de hasta 50%, $ 88,50; entre 50 y 100%, $ 177; entre 100 y 150%, $ 265,50, e igual o mayor, $ 354. El cálculo de la pensión será con el promedio de aportación a partir de 2003 y el Estado establecerá un subsidio para cubrir la aportación individual de las amas de casa.
Las amas de casa podrán recibir una pensión de vejez e invalidez y podrán acceder a la de cesantía si aporta voluntariamente para ésta. Para acceder a dicha pensión deberá tener un mínimo de 240 aportaciones y 65 años de edad, cuyo monto será, si el ingreso de la unidad económica familiar fuera de: hasta 50% del SBU, $ 79; entre 50 y 100% $ 115; entre 100 y 150%, $ 165, y superior al 150%, $ 221. La pareja de la ama de casa, si ésta falleciera, tendrá derecho a dichas pensiones cumpliendo un mínimo de aportaciones y edad.
La ley contribuye al proceso de universalización de los servicios que presta el IESS y es un paso importante en la protección de las amas de casa que antes estaban desamparadas sobre todo en su vejez. Pero, hay que evaluar los posibles efectos. El IESS con la incorporación de más afiliados del sector formal ha tenido problemas en la atención de servicios de salud, sobre todo en Guayaquil. En la nueva ley, al parecer, no habría dichos servicios para las amas de casa.
Conocemos que se han acumulado problemas en el IESS en los gobiernos anteriores. Pero, desde el punto de vista financiero, debe aclararse su situación, realizando los estudios actuariales y de todo el sistema de seguridad social para determinar su sostenibilidad. Según lo declarado por el ex presidente del Directorio del IESS, si el Estado deja de aportar el 40% habría incertidumbre en el fondo de pensiones en 12 años. El IESS es de los trabajadores, empleadores y sector público. Después de dichos estudios, debe transparentarse su equilibrio financiero.
Dado que habría un proyecto de Ley de Seguridad Social, es importante señalar los posibles correctivos y reformas que implicarían aumento de ingresos, límite a gastos y prestaciones. Debe haber una gestión y administración eficiente del IESS, el que funciona bajo el sistema de solidaridad, más equitativo, pero hay otras alternativas; lo importante es que las prestaciones sean de calidad y el sistema sea sostenible. Ya hay voces que quieren politizar el tema.