Para tener una perspectiva en los últimos cincuenta años sobre los resultados de la construcción de obras ingenieriles civiles por parte del Estado, para el aprovechamiento de los recursos naturales tenemos en la Cuenca del Guayas el Proyecto de propósito múltiple “Jaime Roldós Aguilera” y el de Riego Babahoyo.
Las inversiones para su construcción tenían como objetivo facilitar el eficiente aprovechamiento de los recursos naturales como base del Plan de Desarrollo, para el mejoramiento de la calidad de vida y asegurando mejores condiciones para las generaciones futuras.
La palabra recurso la inventaron los hombres para identificar todo aquello que permita sobrevivir en la tierra o fuera de ella. En este simple concepto existe una gran advertencia: si el recurso desaparece, desaparecerá su beneficiario, “el hombre”. No le queda otro camino a los humanos que aprender a manejar el recurso, aprovechándolo plenamente, pero respetando sus leyes naturales de renovación.
La represa Daule Peripa, con su capacidad de almacenamiento de 6.000 millones de metros cúbicos de agua, se terminó de construir hace quince años y es el nervio central del Proyecto de Propósito Multiple “Jaime Roldós Aguilera”, garantizando los recursos hídricos y el control de inundaciones para los sistemas de riego del valle del Daule: San Jacinto, Higuerón, El Mate, América Lomas, que suman 13.269 hectáreas de cultivo de arroz, de los cuales depende la seguridad alimentaria del país, justificando este objetivo las inversiones financieras realizadas por el Estado y razón para exigir de los beneficiarios, los usuarios, la organización de la operación de los distritos de riego con una eficiente economía del agua y el mantenimiento eficaz de las obras civiles (herramienta de su trabajo), bajo el control y colaboración efectiva de las autoridades de la administración del agua.
Las consecuencias del descontrol de la organización de los sistemas de riego podemos observarlas en el Proyecto Babahoyo, puesto en servicio en 1978 con todos los apoyos tecnológicos para la producción, en el cual, no obstante la falta de mantenimiento de las obras civiles, sigue funcionando, aunque en forma precaria.
Estos ejemplos de sistemas de riego construidos por expertos altamente calificados, y apoyos para la producción técnicamente establecidos, faltan en la organización de la administración, previsión del manejo y la capacitación del usuario, condición sin la cual no existe el desarrollo.