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El Telégrafo

Las industrias culturales

15 de julio de 2013

Toda transformación social que implica un cambio de economía, de política, estética, cultura, etc., exige necesariamente una revolución cultural a todo nivel. El cambio de la matriz productiva, que ya ha comenzado con el cambio de la matriz energética, involucra una comprensión política a todo nivel. La matriz productiva no puede ser un tema meramente tecnoeconómico, por el contrario, es un tema fundamentalmente político, porque lo que está en juego no se reduce a producir, intercambiar y consumir de una manera diferente, sino que ese cambio debe estar atravesado por una distinta forma de vivir la sociedad y concebir sus fines, evitando así que los cambios y transformaciones sean solo una imitación de lo que hicieron otras sociedades; entonces lo que se requiere desde lo político es una disputa permanente de todos los sentidos acerca de lo que somos culturalmente en un contexto complejo de interculturalidad y plurinacionalidad.

El Ecuador necesita nuevas industrias culturales a la par que se implementan y despliegan las nuevas matrices energética y productiva. Esta construcción de unas industrias culturales pasa porque exista un sistema integrado de políticas públicas para el fomento de las culturas; además de entrar en una discusión efectiva del rol que ha desempeñado la Casa de la Cultura en todo el país y cuáles deberían ser sus fines en esta transición estructural. La Casa de la Cultura no puede seguir en las condiciones de las últimas décadas; se necesitan nuevos horizontes y una apertura a las demandas culturales del país. El Ministerio de Cultura también debe conducirse con una nueva visión donde el lugar de la política sea retomado para fomentar, acompañar, estimular, una serie compleja de nuevas manifestaciones de arte, pero quizás una nueva reflexión de lo popular que atraviesa todo el tejido social. No basta con las tradicionales consignas de lo plurinacional e intercultural, sino producir un abierto debate de las culturas en estos nuevos tiempos, cuál es el rol que debe cumplir el Estado en estos ámbitos, pero sobre todo que los diferentes campos del arte y la cultura expresen la diversidad y complejidad de la sociedad ecuatoriana. Las industrias culturales son necesarias para dinamizar tanto la economía como dinamizar la politización de toda la sociedad. El campo del arte como la cultura es un campo de fuerzas donde se disputa y se debe disputar el poder; todo tipo de poder. Solo de esta manera, fomentando nuevas fuentes y creatividades, tendrá razón de ser una nueva matriz productiva; solo así nos podremos asegurar de que la imagen y los fines del ser humano serán radicalmente distintos a lo que ha sido hasta el día de hoy. Un socialismo del buen vivir, o como se llame, necesita un cuestionamiento de las formas de consumo económico, político como cultural.

De esta manera podremos poner un alto al llamado colonialismo interno que pasa por lo que adquirimos, usamos, desechamos en todo sentido.

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