Publicidad

Ecuador, 27 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Las extensiones universitarias: una oportunidad

29 de abril de 2013

La evaluación de las ochenta y seis extensiones universitarias en todo en el país dejan estos resultados: cuarenta y cuatro fueron cerradas, dos fueron aprobadas y las demás quedan condicionadas o fuertemente condicionadas. Veinte y tres de las cerradas pertenecen a la Universidad de Guayaquil; la universidad más grande del país.

Todos estos resultados dejan en claro que el modelo de extensión universitaria, en general, no ha funcionado adecuadamente. Es seguro que muchas universidades reclamarán, argumentarán, justificarán, etc., lo sucedido, sin embargo, es evidente que el modelo de extensión universitaria aplicado en el país fue perdiendo su horizonte social.

Brevemente, la idea de la extensión universitaria era llevar el acumulado del centro matriz hacia zonas consideradas relevantes, para que sus poblaciones puedan acceder a la educación universitaria o zonas donde, por la naturaleza del tipo de ciencias, los alumnos pudieran hacer prácticas o desarrollar proyectos de investigación. De cualquier forma, la extensión universitaria se convertía en la presencia de un mundo metropolitano hacia un mundo periférico, ampliando la diversidad cultural, de conocimientos y saberes.

Algunos la denominan como la interfaz entre universidad y sociedad. Pero es precisamente esa mirada de centro y periferia la cual debe cambiar, bajo un nuevo ordenamiento de los medios y fines del conocimiento… Ahora se ha dejado en claro que los estudiantes de las extensiones universitarias terminarán sus estudios ahí y contarán con la asesoría correspondiente.

También habrá que ver caso por caso, en el conjunto del total de extensiones, cuál ha sido la relación con la universidad de la cual se generó. Porque hay universidades de categoría A que sus extensiones fueron fuertemente condicionadas, convirtiéndose en una oportunidad para conocer más a fondo lo que estaba pasando en términos académicos y administrativos y mejorar substancialmente. Los cambios en el sistema educativo superior son inevitables, hasta ahora nadie, sensatamente, cuestiona los fines; quizás en el cómo se ha centrado cierta polémica. Quienes pensaban que, dejando pasar el tiempo, el Estado se vería forzado a recular, se han equivocado. Además la propia educación básica y media se están transformando.

Todo un rompecabezas que se va rearticulando para un cambio de modelo, al cual quienes se oponen aún no han salido a declarar públicamente cuál es su propuesta técnica y política. Las extensiones universitarias y las propias universidades deben ser reconceptualizadas en función del Buen Vivir, que implica articulación racional con el cambio de matriz productiva que el país exige, transformación de los modelos culturales, urbanísticos y de función de los conocimientos y saberes de la sociedad ecuatoriana para beneficio de la relación humanos-naturaleza, y no del capital.

Contenido externo patrocinado