Entre las recientes actividades políticas nacionales destacan la gira presidencial a Europa y la visita de personalidades que, desde el lugar de la catástrofe, testimonian la realidad de los perjuicios ocasionados por Chevron.
El actor Danny Glover, conocido por su activismo político, visitó Ecuador recientemente y oyó de boca de las víctimas que habitaban las zonas en las que operaba Chevron los estragos sufridos en su salud. La petrolera no solo causó daños irreparables en el medio ambiente sino que trastornó sus vidas. El testimonio del estadounidense se suma al de personajes como Luis Eduardo Aute, Cher, Bianca Jagger, Joan Manuel Serrat, Brad Pitt, Angelina Jolie.
En el cambio de las relaciones de poder está la clave: o manda el pueblo o las oligarquías criollas y extranjerasPoco a poco se impone la verdad: intelectuales y artistas de varias latitudes se suman al rechazo a la actitud imperial de la empresa, que insiste en calificar de “show mediático” el repudio al perjuicio causado por Chevron. A través de tales voceros, la justicia de la demanda de los grupos indígenas y mestizos que luchan por una compensación económica que mitigue su tragedia terminará por imponerse, pese a la verdadera y multimillonaria campaña mediática emprendida por la nombrada petrolera, con la triste colaboración de algunos ecuatorianos que eligieron ser parte de su nómina.
Ecuador, antes “ese desconocido”, obtiene desde hace algunos años visibles reconocimientos y creciente respeto de la comunidad internacional por las lecciones de dignidad y soberanía. El gobierno de la Revolución Ciudadana practica el multilateralismo en sus relaciones económicas y políticas, sin admitir tutelas ni prohibiciones. Hasta foros que se realizan en regiones antes no consideradas llegan nuestras delegaciones para exponer la realidad de una nueva sociedad que va forjándose, con metas claras y definidas, y un principio rector: “el ser humano sobre el capital”. Alrededor de aquel, gira nuestra política interna y externa.
La visita del presidente Correa a Rusia, Bielorrusia y Francia será seguramente recordada por mucho tiempo. No son solamente acuerdos para conseguir recursos a fin de ampliar o iniciar obras fundamentales e incrementar el comercio bilateral. La voz de Correa lleva a países que enfrentan una severa crisis la esperanza de que sea posible dejarla atrás, con decisión política y el ejercicio de una real democracia. En el cambio de las relaciones de poder está la clave: o manda el pueblo o las oligarquías criollas y extranjeras. Reconforta que Ecuador pueda testimoniarlo.