En los 80 en el Real Madrid había un grupo de 5 jugadores que mandaban en el vestuario, liderados por Emilio Butragueño, conocido como la “Quinta del Buitre”; además estaban Sánchez, Chendo, Michel y Martín Vásquez. El astro argentino, sobrenatural en el campo de juego, impecable en sus gambetas.
El tres veces ganador del Balón de Oro, convive a diario con el éxito mundial, pero tiene como manual de estilo huir de la exposición pública y no ufanarse de los triunfos.
Messi, el rey del vestuario
En contra de lo que los códigos de fútbol designan, en el vestuario de Barcelona se impone el silencio, huir de los focos, encerrar el ego personal en la taquilla. Desde la llegada de Guardiola, el liderazgo se ejerce a través de reglas no verbales, otorgándoles galardones de mando según el rendimiento que aporten al objetivo colectivo y los sacrificios individuales, para que “Leo” Messi, el rey mudo del club, pueda seguir disfrutando de un ecosistema idílico para su carácter, se ha logrado orquestar alrededor de la “Pulga” una estructura en la que solo habla la pelota.
En el Barcelona el éxito solo puede ser coral, cuando pasa la puerta del vestuario del primer equipo, el jugador tiene que ser prudente, escuchar mucho y hablar poco, renunciar a cualquier pretensión individual, eso solo está destinado para Messi.
“Leo” ha arrinconado a todo aquel que ha querido alzar la voz. El 10 detesta hablar, mastica las palabras como si fueran piedras. “Leo” habla con los pies y no con la boca, para eso están los capitanes que lo protegen. Si te entiendes con él en el campo, las puertas del vestuario se te abren. Si no, sales rebotado, así como sucedió con Eto’o e Ibrahimovic.
Récords por cumplir
Se ha ganado el derecho a ser considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, pero tiene que superar varios retos para ser considerado el indudable rey.
Según el periódico El Futbolista, “Leo” debe superar las siguientes 10 pruebas: El Mundial, ha disputado dos mundiales en los que apenas ha marcado un gol, y se ha quedado eliminado en cuartos de final. Profeta en su tierra, en Argentina lo confrontan con Maradona, aquel que llevó a la “Albiceleste” a la élite mundial con el Mundial del 86. Su bajo rendimiento con la selección demuestra que la media de tantos con Argentina es menos de la mitad de la que firma con el Barça. Pichichi de Champions, al día de hoy ya está a menos de una veintena de goles de los 71 de Raúl, el máximo goleador actual. Por su edad y eficacia, tal parece que este récord lo superara. Ya ha rebasado a mitos europeos como Henry o Di Stéfano.
En esta competición reserva sus mejores momentos, sus goles más espectaculares y muestra su mejor repertorio. El cuarto Balón de Oro, jugador más joven en lograr ya tres, los mismos logrados por Johan Cruyff, Michel Platini y Marco van Basten. Al ganar el cuarto lo dejaría en solitario al frente del palmarés del más prestigioso premio individual del fútbol. A por Zarra, más de 160 goles en Liga española en 8 temporadas, y está a menos de 90 del récord histórico de Telmo Zarra, que finalizó con 251 goles. Ya es el 12º máximo goleador de la Liga en toda su historia, por delante de Puskas, Kubala, Gento o Kempes. Ya rebasó a César como máximo goleador del Barcelona, pero que en Liga sumó un total de 226 goles. La marca Pelé, según la Iffhs -organismo estadístico del fútbol-, fue de 541 en 560 partidos. Pelé celebró más de mil goles.
Messi ronda los 250 tantos, viviendo su etapa más goleadora, superando los cincuenta anuales entre todas las competiciones. Más “asequible” parece que llegue a alcanzar los 377 de Alfredo Di Stéfano o los 393 de Hugo Sánchez. La diferencia, Pelé jugó en torneos locales y Messi en la exigente Liga española. Las seis de Gento, desde 1966, Gento es el jugador con más Copas de Europa ganadas. Solo Paolo Maldini ha desafiado este récord con cinco “orejonas”. “Leo” Messi ha ganado tres, la primera en 2006 cuando no jugó, y ahora en la época de Guardiola en 2009 y 2011. Ronaldo queda muy lejos, en ocho encuentros mundialistas solo lleva un gol. El brasileño Ronaldo es el goleador en la historia de los mundiales, con quince goles en tres participaciones y 19 partidos. Siete en un partido, Kubala y Bata lograron una gesta deportiva de tintes épicos, ya que ambos marcaron en el mismo partido de Liga la friolera de siete goles.
El mejor registro de “Leo” Messi en la Liga española hasta ahora son cuatro, aunque en Champions ante el Bayer Leverkusen logró un total de cinco. Ya superó a Di Stéfano con los 15 “hat-tricks” que ha acumulado en estos años, y ha sido capaz de anotarse dos “pókers” (cuatro tantos) en su carrera. Más goleador que nadie, ha ganado un trofeo Pichichi al máximo goleador de la Liga española en 2010, tras marcar 34 goles. Zarra, uno de los “recordman” goleadores de la Liga al ganar 6 veces el trofeo Pichichi. El desafío de Messi es tratar de igualarlo o superarlo. A nivel internacional, nadie ha ganado la Bota de Oro al máximo goleador de ligas europeas más de dos veces. Messi ya lo logró en 2010 y en este año.
Escándalos fuera del club y lejos de Messi
En 2008 Ronaldinho y Deco dejaron el equipo catalán, tras escándalos y vicios que perjudicaban el bienestar del club. Eto’o se quedó, pero en la siguiente temporada Guardiola ya no necesitaba sus servicios. La gente de casa tomó el poder de mando, Puyol, Xavi, Víctor Valdés e Iniesta pasaron a tomar las decisiones, alentados por la confianza de “Pep” y designados nuevos capitanes. Pero para que Messi sea el jugador de ahora, Guardiola entendió que tenía que darle toda la libertad del mundo y que sus compañeros hicieran lo propio, dejar fluir su carácter introvertido y convencerle de que su talento, acompasado con el de sus compañeros, le convertirían en el mejor del planeta.
Bajo la sombra de Messi
El vestuario renuncia a cualquier foco por la “Pulga” y reparte el peso de cada jugador en el vestuario en función de su afinidad con el argentino. Según el periódico El Comercio, de Lima, así llegó Mascherano, pedido por el astro argentino. Llegó por su cercanía y porque se le intuía un perfil humilde. Pinto es el gran confidente de Messi, el único con el que se abre, por eso se entiende que con casi 40 años se le siga renovando el contrato para ser el arquero suplente. En Barcelona, si Messi no se vanagloria de su éxito, nadie se atreve a hacerlo.
¿Qué dejó Guardiola?
La mejor época del club catalán estuvo bajo el mando de Guardiola, donde el Barcelona consiguió 13 títulos con la posibilidad de uno más en apenas 4 años.
Su retiro dejó tres enseñanzas:
Saberse retirar a tiempo, en el mejor momento del equipo y con muchas posibilidades de continuar, pero supo hacer un alto en el camino. Escoger al sucesor no solo trajo resultados y lideró a su equipo al éxito, sino que tuvo el poder para preparar al sucesor, Tito Vilanova, su mano derecha.
El trabajo en equipo y la comunicación logró un trabajo uniforme y equilibrado. Cuando se veía jugar al Barcelona parecía una orquesta sinfónica. Las individualidades salían, pero, en general, él siempre hablaba de su equipo.