En 2011 hubo una contracción de 6,8%, el índice de producción industrial cayó 11,3% y el volumen de la construcción disminuyó 51,4% (oct 11/oct 10), que explica el desempleo de un millón de personas (17,7%, IIIT), un déficit fiscal de 9,9% del PIB y una deuda de 160% del PIB.
Esta situación se dio por el crecimiento de la demanda interna (2000 – 2007), consumo y gasto público por encima de las posibilidades del país heleno, fomentado por políticos tanto socialistas como de derecha, que fue financiada con entrada de capitales y deuda pública, terminando en una crisis que explotó a fines de 2009.
En mayo de 2010 la UE, con el respaldo del FMI, dio un primer rescate a Grecia de 110.000 millones de euros, pero exigió la aplicación de un plan de ajuste draconiano cuyo peso ha recaído sobre los trabajadores, jubilados, jóvenes, desempleados, amas de casa, etc. Como resultado, al tercer año de ajuste tenemos, en lo social, un grave deterioro del estado de bienestar, aumento de la pobreza e indigencia. Dicho rescate y ajuste no fue suficiente. Los técnicos del FMI se equivocaron y ahora le imponen a dicho país un segundo rescate (130.000 millones de euros) y ajuste para estabilizar la economía y pagar la deuda a los bancos alemanes, franceses, etc.
El parlamento griego acaba de aprobar un segundo plan de ajuste con una reducción adicional de 325 millones de euros en gastos para 2012 que incluyen una rebaja del 22% del salario mínimo, despido de 15.000 empleados públicos, disminución de las pensiones, recortes en salud; además la recapitalización de los bancos y una rebaja de la deuda pública en un 50%. Más aún, Alemania, que desconfía de la capacidad del gobierno griego, ha propuesto que la UE designe un comisario del presupuesto griego, con autoridad para controlar las cuentas griegas y en la recaudación se priorice el pago de la deuda. En otras palabras, es la pérdida de soberanía presupuestaria de Grecia, además de la monetaria. La troika europea (CE, FMI y BCE) controlaría el manejo fiscal. Un condicionamiento y medida sin precedentes en la UE.
Como hemos dicho antes, la troika exige la aplicación de ajustes que reducen los desequilibrios macroeconómicos a costa de recesión, de la que van 3 años, no se preocupan de la reactivación económica y el crecimiento. Esto implica una mejora de competitividad y atacar los problemas estructurales. Se ve a ésta por el lado de los costos, por ello, la reducción de salarios. En el fondo hay un problema de incremento de la productividad. La tragedia griega continúa, acepta el nuevo rescate, necesario para pagar deuda, o quiebra. Lo primero implica más recesión y menos desequilibrios, pero a costa de más sacrificios del pueblo griego y por eso las protestas. Lo segundo es la salida de la UE y recuperar la soberanía económica, que implicará retomar la disciplina económica para ajustar los desequilibrios, mejorar competitividad e incentivar el crecimiento.