El Campeonato Mundial de Fórmula 1 se definió el pasado domingo en el Gran Premio de Brasil, en el circuito paulista de Interlagos. Por tercera vez consecutiva el campeón fue el piloto alemán Sebastian Vettel (Red Bull). Al llegar a la última fecha, el germano era quien tenía más probabilidades de conseguir el título, por los 13 puntos que lo separaban del español Fernando Alonso (Ferrari), pero, ¡vaya que le costó! Por poco y lo pierde. ¿Quién dice que la suerte no juega? Sino que lo diga el propio Vettel, quien en la primera vuelta estuvo a punto de perderlo todo…
Sebastian apenas terminó sexto, siendo el piloto de Mclaren, Jesnon Button, quien se alzó con el triunfo, el tercero de la temporada y el décimo quinto en F1, de los cuales 8 han sido con Mclaren. Si bien es cierto que Jenson se benefició del accidente que involucró a su coequipero Lewis Hamilton y al sorprendente Nico Hulkemberg (quien estuvo al mando de su no menos sorprendente Force India), quienes se disputaban la punta, la victoria de Button no deja de ser meritoria, pues el británico siempre ha sabido sacar excelentes resultados corriendo bajo condiciones difíciles como las que se dieron en Sao Paulo. La lluvia apareció como ingrediente adicional para este apasionante final de campeonato.
Pero volviendo con el nuevo tricampeón mundial consecutivo (solo Juan M. Fangio y M. Schumacher lo habían logrado antes), y además el tricampeón más joven de la historia al conseguirlo a los 25 años nada más, Sebastian Vettel está llamado a romper todos los récords, incluidos los de su héroe de niñez y adolescencia, precisamente Michael Schumacher. Y claro, más allá del extraordinario talento que tiene el cual ya es indiscutible, inclusive para sus detractores, Sebastian deberá seguir apostando por su buena suerte porque vaya que la tuvo en esta parte final del campeonato, lo que llamamos “la suerte del campeón”.
Una buena fortuna que ya en Abu-Dhabi, hace 2 carreras, lo ayudó de manera sorprendente; y el domingo pasado otra vez, ya que después del tremendo golpe que le dio Bruno Senna en la primera vuelta, es increíble que su Red Bull no haya sufrido ningún daño de suspensión, y demás, increíble también que nadie se le haya ido encima. Posteriormente, Vettel se equivocó al montar llantas para piso seco cuando la lluvia ya era inminente, por lo que tuvo que regresar a pits por los neumáticos con labrado, es decir una serie de dificultades y errores que solo le permitieron finalizar la carrera en el sexto puesto, con lo cual, si Fernando Alonso ganaba, el campeón era el español y no el alemán.
Justamente eso es lo que Alonso necesitaba, es decir, que Vettel tuviera un mal día, que de hecho lo tuvo. Claro, lo ideal para Fernando era que Sebastian abandonara, pero de todos modos Vettel terminó solo sexto. Sin embargo, para sacar provecho de eso, Alonso tenía que necesariamente ganar, pero con ese Ferrari muy quedado en esta parte final de campeonato, frente a los Mclaren y los mismos Red Bull, solo un milagro le hubiese permitido ganar a Fernando, puesto que en Brasil hasta el Force India de Nico Hulkemberg fue más rápido que su Ferrari.
Así, entonces, el milagro no se le dio a Alonso y aunque Vettel fue víctima de mucho nerviosismo y errores, insisto, el domingo la buena fortuna estuvo nuevamente de su lado más allá de sus extraordinarias cualidades para conducir. Es que en el deporte y la vida en general, siempre se requiere de un poco de suerte para lograr el éxito perseguido. De esta forma, con Vettel solo sexto, pero Alonso sin victoria, el joven alemán se llevó a casa su tercera corona, por solo 3 puntos de ventaja sobre el piloto de Ferrari. En 2010 Alonso ya perdió el campeonato por 4 puntos frente al mismo Sebastian Vettel.
Con ello y con solo 25 años de edad, Sebastian se mete al exclusivo grupo de los 6 únicos tricampeones de la historia en donde solo están Jack Brabham, Jackie Stewart, Niki Lauda, Nelson Piquet y Ayrton Senna, es decir con muchos años aún por delante para eventualmente igualar y superar los 7 títulos del también alemán Michael Schumacher, quien dicho sea de paso, el domingo en Brasil, se despidió (ahora sí definitivamente) de la Fórmula 1, como el piloto más exitoso de la historia de la máxima categoría del automovilismo mundial, a la edad de 43 años, lo cual tampoco deja de ser un verdadero récord.
Si bien estos 3 últimos años no fueron lo que todos esperábamos de él (la competitividad de su Mercedes tampoco acompañó), sin duda que extrañaremos al gran “Schumi”. Finalmente y pese a terminar la carrera de Brasil en décima posición, Kimi Raihkonen mantuvo su tercera ubicación en el campeonato, lo que no deja de ser sorprendente para un piloto que regresó a la F1 luego de 2 años de ausencia y en un equipo Lotus que no es exactamente de los considerados de punta.
Este Lotus terminó cuarto en el campeonato de constructores detrás de Red Bull, Ferrari y Mclaren. Sin lugar a dudas que esta escudería mejorará para la próxima temporada. Como conclusión, quizá Fernando Alonso es el campeón moral de esta temporada por lo que hizo con un Ferrari menos competitivo que el Red Bull de Vettel, pero Sebastian hizo lo suyo, sobre todo en esta parte final del campeonato.
Claro, sin duda que como pesan los dos accidentes en los que se vio involucrado Alonso, sin culpa, sobre todo en el primero de ellos en Bélgica, pero Sebastian también tuvo 2 abandonos por fallas técnicas, la una de ellas en Valencia cuando terminaba la carrera, así que… ¡empate técnico que se resolvió con una mínima diferencia de 3 puntitos!