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El Telégrafo

La segunda independencia

19 de febrero de 2013

Sabido es que nuestra independencia política no tocó en nada la estructura económica de la nación y, en consecuencia, la aristocracia latifundista colonial continuó conservando sus derechos sobre la tierra y el indio. Igual cosa sucedió con la Iglesia, la cual siguió manteniendo su hegemonía ideológica luchando abiertamente contra todo lo que significaba progreso y menoscabo a sus intereses.

Situación que se prolongó hasta el triunfo de la Revolución Liberal Alfarista, la cual modificó irreversiblemente las condiciones del Estado nacional. En el decurrir del tiempo, dos acontecimientos mundiales tienen gran significación para Latinoamérica en la década de los años 60 del siglo pasado: la Teología de la Liberación, corriente de pensamiento que se propuso rescatar los principios del cristianismo primitivo y la Revolución cubana, que mostraba a nuestros pueblos el camino a seguir en su lucha nacional liberadora.

Los sectores progresistas y populares de aquel tiempo luchaban por la entrega de la tierra al campesino, contra la dependencia absoluta al Gobierno de los EE.UU. y la oligarquía nacional, causantes de nuestro retraso económico y cultural, reprimiendo todo tipo de protesta.

Situación que se agudiza a finales del siglo XX, con el neoliberalismo, nuevo patrón de acumulación y dominio global, que institucionalizó el intervencionismo a escala mundial a través del control político, económico y militar ejercido por los países industrializados a través de los organismos financieros internacionales: el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo.

Sus efectos generaron en América Latina un panorama desolador al aumentar la miseria y la desesperación, con el agravante del derrumbe del campo socialista en 1991, una de las más grandes tragedias de la humanidad.

En el año 2000 en el Ecuador, el régimen de Jamil Mahuad, “gobierno de los banqueros” -en el que fue ministro de Economía el candidato presidencial Guillermo Lasso M.-, en pocos días aniquiló y derrotó a nuestro pueblo, al llevar el modelo neoliberal a sus extremos, desencadenando la peor crisis de los últimos años. Dolarizó la moneda, se congelaron los depósitos por un año en la banca privada y se perdió la soberanía en todos los aspectos.

Situación que se prolonga hasta el año 2007, en que asume el poder el economista Rafael Correa D., quien respaldado por la Constitución Política, aprobada mayoritariamente por el pueblo en el año 2008, en seis años de gobierno ha llevado a cabo una serie de medidas estructurales, cuyos objetivos han sido la defensa de la soberanía nacional, el buen vivir y la integración regional.

Aunque falta mucho por hacer, el gobierno de la Revolución Ciudadana ha creado un nuevo país. Dando inicio a nuestra segunda y definitiva independencia.

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