Varios sufridores se han quejado de las declaraciones y exhortativas de la Ministra de Defensa en el acto de posesión frente a los militares.
María Fernanda Espinosa es una mujer letrada, conocedora de la realidad nacional y mundial. Su acervo académico, militancia política, práctica como Ministra de Relaciones Exteriores y Coordinadora de Patrimonio Cultural y Natural, así como embajadora ante la ONU, la califican plenamente.
No fue improvisado lo que afirmó. Sabe lo que dice y coincidimos plenamente los ecuatorianos patriotas y la gran masa que apoya el proceso de la Revolución Ciudadana y a Rafael Correa, su líder.
Todo proceso revolucionario está sujeto a interferencias, boicot, traiciones y golpes. Quienes han perdido el poder conspiran y tienen apoyos de todo tipo, nacionales y del exterior. Hay centenares de ejemplos y experiencias sangrientas en Ecuador, América Latina y el mundo. En este mismo instante conspiran en varios países las fuerzas retardatarias criollas con apoyo imperial. La CIA está en todas partes, estuvo en Cuba, Nicaragua, Chile, Argentina, Ecuador y otros países; impuso dictaduras sangrientas como las de Pinochet y Videla. ¿De qué se asustan? ¿No las recuerdan y a sus crímenes atroces de miles y miles de patriotas? ¿No se vio hace poco en Honduras y Paraguay mandar al diablo la democracia formal en construcción? ¡Qué desvergüenza y cinismo!
Los que abierta o veladamente conspiraron o apoyaron el intento de golpe el 30-S en Ecuador critican a la Ministra; claro, a ellos les importa un pepino la democracia y reniegan del gobierno popular. Por cierto que las fuerzas imperiales conspiran permanentemente y los pueblos del mundo lo han denunciado y han sufrido sus crímenes; es verdad que han utilizado y utilizan testaferros, tontos útiles e inútiles, banqueros, medios de prensa y asalariados de ONG que ellas mismas financian.
Es correcto advertir una vez más de los peligros contra la democracia, y cuánto mejor si a la par se exhorta a quienes son sus garantes y deben ser actores directos en las acciones de defensa de la institucionalidad democrática que el proceso, con inmenso y sostenido apoyo popular, construye. Es legítimo y digno de elogios lo dicho abierta y valientemente por la Ministra; y que no vengan con el cuento de que dé nombres; el pueblo sistemáticamente los ha señalado y derrotado en las urnas, aspiramos a que, con el apoyo de militares patriotas, en cualquier circunstancia los derrote, de darse otra torpe aventura golpista.
La Ministra tiene esa posición de dignidad, no podía ser de otra manera, debe ser la de todos los funcionarios. Los tiempos de revolución lo exigen; antes, el viejo poder utilizó a las FF.AA. y Policía contra el pueblo y la democracia, su formación correspondía a sus intereses, ahora, como manda la Constitución, observan los intereses de la patria, la soberanía y los derechos humanos.
Hagamos fuerza para no volver al pasado y que el pueblo armado sea sostén de los cambios que el pueblo apoya.