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El Telégrafo
Gustavo Pérez Ramírez

La marcha más grande

21 de septiembre de 2014

Para hoy, 21 de septiembre, se anuncia la movilización ciudadana más ‘grande’ contra el cambio climático, con el que la naturaleza previene a la humanidad del peligro en que está.

Cientos de  eventos por todo el planeta buscan presionar a las autoridades que participan en la Cumbre sobre el Clima, que se celebra en Nueva York por invitación de Secretario General de las Naciones Unidas, para “revitalizar las aspiraciones y promover medidas frente el cambio climático”.  “Les reto a venir a la cumbre con promesas audaces”, pide Ban Ki-moon. “La innovación, la ampliación, la cooperación y la ejecución de medidas concretas reducirán las emisiones y nos pondrán en el buen camino hacia la firma de un ambicioso acuerdo a través del proceso de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático”.

Un nuevo motivo obliga a la ONU a intervenir y motiva la marcha: el descubrimiento de que, si se liberan las toneladas de gas metano acumuladas en la tundra antártica, el mundo se irá al carajo, término empleado que revela impaciencia ante tanto desinterés de las potencias y desinformación sobre la realidad de la crisis.

Estudios científicos sobre el metano, que publica la revista Nature, generan grave inquietud por ser este un gas de efecto invernadero relativamente potente. Se estima que la  plataforma de hielo antártica podría estar asentada sobre una significativa fuente de metano, que habría pasado desapercibida hasta ahora. El 75% de dicha plataforma se sitúa sobre cuencas sedimentarias que contendrían cerca de 21 billones de toneladas de carbono orgánico. Todo ese metano estaría atrapado bajo la placa de hielo, pero podría ser liberado a la atmósfera, si dicha placa disminuye dejando al descubierto antiguas cuencas preglaciares.

En Ecuador, el deshielo lo tenemos a la vista, crecientemente, en las 7 cumbres con cobertura glaciar a lo largo del país, desde el Chimborazo, el más alto, a 6.310 metros hasta el Carihuairazo a 5.110, y sabemos por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología que la tasa de retroceso de los Andes tropicales ecuatorianos es de 30 metros de longitud en promedio. El Cotopaxi, como lo divulgó El Comercio recientemente, ha perdido 44% del hielo en los últimos 30 años; el hielo llegaba hasta la puerta del refugio José Rivas, cuando se inauguró en 1970; dos décadas después, el hielo ha retrocedido y hay que caminar 45 minutos para verlo de cerca y tocarlo.

De ahí que la participación ecuatoriana en la gran marcha no necesita muchos discursos para convencer sobre la necesidad de la energía limpia 100%  para 2050, cuando  se prevé que la temperatura del mundo podrá subir 3 grados Celsius.

Reto factible pero quimérico en un mundo dominado por el capitalismo financiero que quiere utilizar 100% del petróleo, y no cesa de buscar nuevos yacimientos, impasible ante las guerras que genera y se siguen gestando para el control de los dos grandes centros petrolíferos mundiales, el del Medio Oriente y el de Venezuela.

Unámonos a las marchas a través del mundo, antes de que sea demasiado tarde.

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