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El Telégrafo
Fabrizio Reyes De Luca

La incidencia de la OPEP

27 de noviembre de 2014

En los cabildeos de la Organización de Países Productores y Exportadores de Petróleo (OPEP) se escuchan voces llamando a mantener las expectativas en torno a la estabilización de los precios en la franja de los 100 a 115 dólares por barril.

Así, el secretario general de la OPEP, el libio Abdullah Al-Badri, sostiene que los mercados no deberían entrar en pánico por la reciente caída de los precios porque la situación se resolverá favorablemente para los productores y exportadores de este hidrocarburo.

De las declaraciones emitidas por el dignatario de dicha agremiación, podría deducirse que, para él, la recurrente caída en la cotización del petróleo no ha sido inducida por maniobras de especuladores financieros ni de determinados países productores que disponen de los volúmenes necesarios de petróleo como para incidir en el comportamiento de la oferta y la demanda en el mercado mundial.

Analistas internacionales europeos, rusos y chinos expresan que la actual caída en los precios del crudo forma parte de un complot, de un plan acordado en secreto por determinados productores para aumentar la oferta de petróleo con el propósito de agraviar las finanzas de determinados países contradictores de la política exterior de Estados Unidos y la Unión Europea.

Al llegar a este punto, vale la pena preguntarse: ¿Por qué la caída en picada de los precios del barril ha coincidido con un momento de una fuerte apreciación del dólar respecto de otras importantes divisas internacionales?

¿Cómo se explica que la actual política monetaria de EE.UU., caracterizada por una eliminación gradual de los estímulos a la economía interna, coincida con las mayores reservas de petróleo y gas alcanzadas en los últimos años debido al ambicioso programa de expansión energética apoyado por Washington?

Algunos países miembros de la OPEP no ven con buenos ojos la posición del secretario general, quien ha dicho que “las cosas se arreglarán por sí solas” sin que esa institución adopte en la reunión que se llevará a cabo hoy, en Viena, una resolución para reducir la producción (que se ha mantenido invariable desde 2011) e incidir, por esta vía, en la reducción de la oferta.

En el seno de la OPEP se considera que, tanto productores como consumidores, estarían satisfechos con precios del crudo oscilando en un rango cercano a los 100 dólares por barril. Así lo acaba de decir el máximo ejecutivo de esa institución: “En los últimos cinco a seis años no hemos recibido quejas ni de consumidores o productores (…) 95 dólares, 100 dólares y/o 110 dólares, ellos estarán contentos con esos precios”. Pero, ¿será verdad que las decisiones de la OPEP tienen tanta incidencia en la cotización del petróleo?

Ojalá que no surjan mayores contradicciones al interior de la OPEP, pues una división en esa importante organización intergubernamental solo favorecería a las grandes economías que están apostando por una mayor incidencia en la determinación de los precios internacionales del petróleo.

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