Las noticias rezan que miles de franceses han defendido en las calles la familia tradicional en días pasados. Se cuentan, dicen, hasta quinientas mil personas que se oponen a algunas reformas legales.
Es un tema espinoso, obviamente, porque ¿qué es, en qué consiste eso que se defiende y se llama la ‘familia tradicional’? Parece una idea que nace con la humanidad: un papá, una mamá, algunos hijos… La típica foto familiar que enseña una cara sonriente y esconde lo que no le conviene conocer al sistema que la defiende, congelación de un instante, imagen incompleta.
En toda familia, por tradicional que parezca, se guardan secretos, se cometen infracciones, se rompen normas y esquemas, se esconden vergüenzas.Podríamos decir que ese tipo de familia sería lo deseable en un mundo homogéneo y estable, quizás un mundo que podríamos pretender llamar, de alguna manera, ‘equilibrado’. Sin embargo, la familia nuclear tradicional y perfecta no existe como tal. Toda familia arrastra una historia anterior, pues proviene por lo menos de dos sistemas que tampoco son, por más que nos esforcemos, dos familias nucleares tradicionales y perfectas. En toda familia, por tradicional que parezca, se guardan secretos, se cometen infracciones, se rompen normas y esquemas, se esconden vergüenzas. Y por otro lado, cabe preguntarnos de dónde vienen todos aquellos que quieren formar familias ‘no tradicionales’ o simplemente romper con el esquema al uso de lo que se entiende como familia.
Pero ya desde los orígenes de la sociedad aparecieron diferentes formas de familia, diferentes actitudes ante la familia, e incluso personas que no querían o se apartaban del esquema tradicional de la familia. Una familia, se dice, es ese núcleo humano que satisface todas tus necesidades básicas y te nutre de afecto y de contención. ¿Pero cumplen todas las familias nucleares, tradicionales, estas funciones? Existe mucha gente nacida en el seno de una familia tradicional que presenta una orientación sexual ‘no tradicional’ (aunque la homosexualidad es una de las cosas más antiguas que existen), y todo tipo de problemas que, si es como dicen los defensores de este sistema, nadie podría explicar de dónde vienen o en qué se originan.
Familias monoparentales, familias de ‘los tuyos, los míos y los nuestros’, familias atípicas que cumplen con su función… Familias que muestran al mundo su mejor cara occidental y cristiana mientras en su interior pululan el abuso y la estulticia. ¿Hasta qué punto las reformas legales y las manifestaciones callejeras pueden impedir o controlar que el ser humano siga el impulso de su siempre cambiante y diversa naturaleza?