La explosión de Kei Nishikori en el circuito profesional

Una de las grandes revelaciones en esta temporada en el circuito ATP es, sin lugar a dudas, Kei Nishikori, ganador de los torneos de Memphis sobre cancha cubierta y de su primera corona sobre cancha de arcilla en el prestigioso torneo Conde de Godó en Barcelona.

La semana pasada jugó en Madrid su primera final en un torneo Masters 1000.

Nishikori nació en Shimane, un pequeño pueblo en Japón, el 29 de diciembre de 1989. Mide 1,78 metros y pesa 68 kg. Se inició en el tenis a los 5 años con el apoyo de sus padres, Kiyoshi, ingeniero de profesión; y su madre Eri, profesora de piano.

Con apenas 13 años de edad, viajó a los Estados Unidos a entrenarse en la Academia de Nick Bollettieri, en Bradenton (Florida). Kei, junto a un grupo de chicos japoneses, era parte de un proyecto patrocinado por el grupo Maasaki - Morita, con un alto ejecutivo de apellido Morita, miembro de la familia propietaria de la empresa Sony. A esta idea de buscar una estrella para el tenis japonés se la denominó Proyecto 45, pues tenía como objetivo superar el ranking alcanzado por la mayor figura en la historia del tenis nipón, Shuzo Matsuoka, quien alcanzó el puesto 46 del ranking ATP el 6 de julio de 1992.

Los primeros meses en Florida fueron muy duros para el joven japonés, no hablaba inglés y su gran timidez le creaba grandes dificultades para socializar y relacionarse con los estudiantes de diferentes nacionalidades de la academia.

Sin embargo, Kei, que en un principio había ido por un período de prueba de 3 semanas, decidió radicarse en Bradenton y perseguir su sueño de convertirse en tenista profesional.

Nishikori desde temprana edad asombraba por la potencia de su golpe de derecha, pero tenía mucho que mejorar en su servicio y en la consistencia de sus golpes.

En 2006, con 16 años, gana el título de dobles categoría juvenil en Roland Garros junto al argentino Emiliano Massa, y unos meses después gana su primer torneo como profesional, un future en México; toda la expectativa puesta sobre él comenzaba a materializarse. En 2007 comienza a tener éxito en los torneos categoría challenger, y a pesar de no obtener ningún título, obtiene los puntos suficientes para terminar la temporada en el puesto 286, nada mal para un jugador juvenil. En febrero de 2008, Kei asombra al mundo entero cuando, comenzando desde la ronda de clasificación, gana 7 partidos, vence en la final a James Blake y se corona campeón del torneo ATP de Delray Beach (Florida), con 18 años. Kei terminó el 2008 como el # 63 del mundo y esperaba dar el salto dentro de los 50 primeros en el 2009; pero tras jugar los 3 primeros meses de la temporada con problemas físicos, tuvo que alejarse del circuito para recuperarse de una lesión en el codo.

Cuando Kei volvió a la competencia en abril de 2010, ya había desaparecido del escalafón y tuvo que recurrir a uno especial, llamado ‘ranking protegido’, que se le otorga a tenistas que han estado fuera de competencia por más de 6 meses debido a lesión o enfermedad. Ese ranking le permitió ingresar directamente a los torneos, y Nishikori empezó a sumar puntos primero en los challengers antes de volver al circuito principal, donde ahora triunfa.

El oriental explota todo su potencial sobre la lenta arcilla europea, primero ganando en Barcelona, un torneo muy duro con la presencia de especialistas en esa superficie como Rafael Nadal, David Ferrer, Fabio Fognini, Nicolás Almagro y Tommy Robredo, y la semana siguiente ganando el Masters 1000 de Madrid. Luego de ese triunfo, Nishikori se metió por primera vez entre los 10 mejores del mundo, es actualmente el # 9 y su ascenso no parece detenerse. Si las lesiones se lo permiten, podría ser la gran sorpresa en París y todo parece indicar que terminará el año entre los 5 mejores. Con los recursos económicos con que cuentan las federaciones asiáticas y el ejemplo de tenistas como Nishikori y Na Li, seguramente habrá una explosión del tenis de ese continente.