Desde su fundación en 1945, el Núcleo del Guayas de la Casa de la Cultura fue dirigido por un selecto núcleo de intelectuales. Así, Carlos Zevallos Menéndez, su fundador; Abel Romeo Castillo, Segundo Espinel, Jorge Pérez Concha, Rafael Díaz Icaza, Carlos Eduardo Jaramillo, Fernando Cazón Vera, Enrique Gil Calderón, Miguel Donoso Pareja, Luis Félix López y actualmente Rosa Amelia Alvarado, que trazaron un camino luminoso en el ámbito de la cultura, de la cual fue la Casa, durante mucho tiempo, su máximo referente.
Pese a las exiguas rentas disponibles, el informe dado por su presidenta al rendir cuentas de su gestión en 2014, muestra un quehacer dinámico, signado por el manejo escrupuloso de los recursos y un alto nivel en las actividades cumplidas. Casi 122 mil personas concurrieron a los diversos eventos realizados, la mayor parte de ellos a sala llena. La administración procuró incrementar la participación ciudadana y la respuesta fue significativa.
Durante el pasado año tuvimos la oportunidad de asistir a exposiciones de artes plásticas de artistas de la talla de Eduardo Kingman, Jaime Villa, Araceli Gilbert, Napoleón Paredes, Jorge Velarde, Ricardo Montesinos, entre otros. Especial relieve tuvo la muestra colectiva de escultura, efectuada después de varias décadas, que reunió a figuras estelares como Yela Loffredo, Manuel Velasteguí, José Cauja y varios importantes artistas, así como la de Maestros de la Plástica Ecuatoriana en homenaje a la Escuela de Bellas Artes, semillero formativo de lo mejor de la plástica guayaquileña. Como todos los años, el Salón de Octubre permitió relievar la obra de jóvenes pintores que han surgido de este encuentro. Un mural de Araceli Gilbert adorna la fachada de la Casa, que también cuenta con otro, del maestro Alfredo Palacio.
Un acontecimiento trascendente fue el estreno del ballet Cumandá, con coreografía de Yelena Marich y Fernando Mendoza de la Unidad de Danza Esperanza Cruz, en homenaje a la obra de Juan León Mera. Mereció el aplauso del público guayaquileño y del de Ambato, en donde se presentó el espectáculo de alto nivel estético, común a otras exhibiciones en el Centro Cívico, en las cuales se evidenció la pasión por la danza del público guayaquileño.
La tarea desplegada por la biblioteca Ruth Garaicoa a través de Rosita Pogo, con su programa ‘Sueños de Papel’, convoca a niños a los que semana a semana introduce en el mágico mundo de la lectura. El Núcleo ha orientado gran parte de su actividad al trabajo con los infantes y sus familias. El Festival Martínez Queirolo reunió a grupos representativos de las artes escénicas, de las cuales se dio una activa labor durante el año.
Festivales de cine, muestras fotográficas, conciertos -destacando el del Coro de la Institución-; conferencias, presentaciones de libros, muchos publicados en su editorial; convocatoria a concursos literarios, son parte de una intensa agenda cumplida en un ambiente plural y democrático, de apertura total.
La Casa permanece como entidad fundamental de la cultura del puerto. (O)