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El Telégrafo

La buena cosecha del futuro se siembra hoy

14 de agosto de 2012

Los  proyectos para acortar las brechas del subdesarrollo y lograr el desarrollo sostenible, como política de Estado, requieren  pequeñas revoluciones de largo plazo, que tomarán entre 20 a 25 años (Educación básica a Pregrado),  para consolidar sus resultados reales y mostrar los grandes cambios que transformarán la calidad de vida y la autosuficiencia economía y soberana de nuestro país, fortaleciendo al talento humano actual y a las nuevas generaciones, con educación sustentada en valores y virtudes éticas y morales, con ascendente cristiano, más la educación secular de clase mundial de primer mundo. De allí la reforma educativa curricular a todo nivel, donde se robustecerá, con la excelencia, en la educación de 4º nivel (maestrías y PhD).

Las autoridades deben controlar que todas las universidades del país acojan a los estudiantes graduados con suficiencia de inglés, con nivel Toefl y bachillerato internacional (BI), por ser hoy “estudiantes élite” al llevar el doble sistema, y estimularlos con becas totales y parciales, además de la aceptación de los créditos de las materias aprobadas, para reducir tiempo y ahorrar créditos, en sus carreras universitarias, en el Ecuador. De no implementarse esta política con carácter de obligatoria, seguirán restringiéndose y desestimulándose el acceso  a la universidad, perdiendo el interés en este nuevo modelo de bachillerato internacional, que hoy está en introducción.

Se debe implementar en todas las carreras universitarias que las asignaturas se dicten 60% en español y 40% en inglés e implementar el dominio de otros idiomas extranjeros de relevancia mundial para los negocios del futuro, priorizando las profesiones en ciencias duras, hoy deficitarias en el país, para fortalecer la Investigación+Desarrollo y construir las innovaciones y los nuevos productos y servicios, o la simple réplica de productos ya existentes, para evitar tener que importar casi todo y reconvertir nuestra industria, para que se consuman productos de alta calidad de fabricación nacional, eliminando los que actualmente importamos y exportar al resto del mundo los excedentes. En especial en áreas de alimentos, bebidas, ropa, medicinas, textos, porque ya la industria nacional estará administrada y en manos de las nuevas generaciones que han sido educadas y formadas sobre la  base de las reformas planteadas hoy.

“El pueblo de Israel vagó 40 años en el desierto, donde murieron los adultos mayores y quienes no pudieron erradicar sus malos hábitos en su convivencia con los egipcios. Fueron los niños, jóvenes, adultos jóvenes y pocos adultos mayores los que en su mayoría poblaron la tierra prometida, renovándose así, con una nueva generación de ciudadanos, para florecer”. Fuente: La Biblia – Pentateuco.

Similar situación deberá suceder para sostener los grandes cambios, cimentados en la renovación y los relevos generacionales, encargando a los jóvenes, comprometidos con la renovación al cambio, para lograr un país desarrollado y sostenible, ecológico, solidario, próspero, inclusivo, respetuoso, donde la calidad y el buen servicio al cliente, la paz y la institucionalidad legal, ya sean parte del estilo de vida y no privilegios de algunos grupos sociales y empresariales, estándar generalizado, orientado al buen vivir, que nos distinga, a lo interno y externo.

Si queremos ciudades bosques, los árboles hay que sembrarlos hoy; maternidad y paternidad responsables, hay que construirlas hoy, para reducir las familias disfuncionales y la delincuencia, hoy; tenemos que ser más generosos, facilitando la accesibilidad a la salud, física y sicológica, educación de calidad y calidez, igualdad de oportunidades, facilitando el emprendimiento y empleos dignos.

El secreto está en educar la mente y el corazón del niño para después reducir las cárceles y solo reprimir al insensato e ingrato, por excepción.

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