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El Telégrafo

¿La beca o un futuro profesional?

21 de julio de 2012

En el tenis actual, los niños comienzan su aprendizaje a edades  muy tempranas. Los nuevos materiales y tecnología de raquetas, pelotas además de métodos de enseñanza especialmente diseñados para los más pequeños, les permiten mejorar y desarrollar su juego más rápidamente; los premios económicos que reparten los grandes torneos se incrementan año tras año; las transmisiones televisivas permiten a chicos y grandes seguir muy de cerca a sus tenistas favoritos.

Todo esto ha creado un gran interés por el deporte blanco a nivel mundial; es por éstas y varias otras razones que gran cantidad de niños se ilusionan con llegar a ser tenistas profesionales, en la mayor parte de los casos con la total aprobación y apoyo de sus padres.

Sabemos que llegar a ser jugador profesional requiere no solo de talento, dedicación, sacrificio, sino también de una fuerte inversión económica. Muchos padres hacen grandes esfuerzos para darles a sus hijos las mejores condiciones, las mejores oportunidades de cumplir ese anhelo. Hay un debate permanente entre cuál es el mejor camino a seguir y vemos que gran parte de los jóvenes tenistas que aspiran a llegar a estar entre los mejores del mundo tienen no solamente el compromiso de entrenar, sino también de viajar a competencias durante muchas semanas del año, lo que lógicamente implica faltar a clases, llegar de los torneos a ponerse al día en sus deberes y exámenes pendientes, todo esto mientras tratan de no interrumpir su rutina de entrenamientos.

Actualmente, muchos tenistas juveniles en todos los países del mundo optan por estudiar a un ritmo que les permita mantenerse entrenando y compitiendo normalmente, ya sea estudiando a distancia vía Internet, con tutores en casa  o en escuelas especiales para deportistas, como en España, Francia, EE.UU., Canadá, por nombrar unos pocos países.

La mayor parte de los tenistas que están dentro de los 100 mejores del mundo en la actualidad no fueron a la universidad, y saltaron directamente de los torneos juniors al profesionalismo. Pero existe un camino diferente que te permite continuar con tus estudios, seguir entrenando, compitiendo y luego, en muchos casos ya con un título universitario, incursionar al circuito ATP.

Esa oportunidad se presenta exclusivamente en los Estados Unidos, donde los tenistas graduados de secundaria pueden recibir una beca deportiva y continuar no solamente sus estudios, sino también seguir compitiendo además de progresando en su tenis. ¿Pero como saber cuál es la decisión correcta? Los expertos dicen que el 99% de los tenistas juveniles debería aceptar una beca universitaria  y solamente los verdaderamente excepcionales deberían saltar directamente al profesionalismo.

Y con esto nos referimos a jugadores dentro de los 10 mejores del mundo en el ranking ITF junior  o dentro de los 500 mejores en la clasificación ATP a los 18 años para los varones, y top 10 ITF junior o 300 en el ranking profesional de WTA para las niñas, claro que estos son parámetros de referencia, además cada caso es diferente.

Las universidades americanas te otorgan la beca por los cuatro años de estudio, que calculando a un costo promedio de $ 40.000 a $ 50.000 por año, suman alrededor de $ 200.000, a esto debemos agregarle los entrenamientos de tenis, preparación física, psicólogos, nutricionistas, implementos deportivos (ropa, raquetas, cuerdas, zapatos, vitaminas, etc...), transporte aéreo o terrestre a las diferentes competencias, tutores, libros, habitación y comida que corren por cuenta de la universidad, en el caso de los mejores atletas.

Se puede argumentar que eran otras épocas, pero uno de los más grandes tenistas ecuatorianos de todos los tiempos, Pancho Segura, fue reclutado por la Universidad de Miami  y defendiendo sus colores ganó tres campeonatos nacionales universitarios (NCAA) individuales consecutivos en la década del 40.

Ese es el camino que han escogido dos de las mayores promesas del tenis nacional, Emilio Gómez y Roberto Quiroz, quienes estudian y juegan por la Universidad del Sur de California (USC), Emilio cursa su segundo año y Roberto ingresó este enero. Emilio fue parte importante del equipo que se coronó campeón nacional en 2011 y 2012 y Roberto en su primer semestre en California también integrando la alineación titular saboreó el título 2012.

Conversando con ellos, ambos coinciden en que fue una buena decisión, que no se sentían lo suficientemente maduros física y mentalmente para soportar las 25 a 30 semanas de viajes y  torneos que demanda el circuito profesional, que siguen progresando en su juego, además que están más decididos que nunca a ingresar al profesionalismo más adelante. Y no fue una decisión fácil, puesto que los dos habían tenido buenos resultados  en futures y challengers. Emilio obtuvo cetros en singles y dobles en futures y un título de dobles en el Challenger de Guayaquil en el 2009.

Roberto fue #6 del mundo a nivel juvenil, con títulos de dobles en Roland Garros y el US Open; varios cetros de dobles en torneos futures y campeón de dobles en el Challenger de Guayaquil 2011. De su experiencia en Los Ángeles me cuentan que los lunes, miércoles y viernes entrenan dos horas de tenis y una de preparación física con el equipo martes y jueves.

Son tres horas seguidas de tenis además de una de trabajo físico, a esto le suman otros 3 ó 4 entrenamientos de manera individual con uno de los entrenadores. Generalmente tienen el sábado libre; el domingo también entrenan, además tienen que estudiar; están comprometidos con mantener un buen promedio de aprovechamiento en sus estudios.

Actualmente, se encuentran en sus vacaciones de verano y tienen la posibilidad de jugar torneos futures además de  challengers. Roberto superó recientemente la clasificación de los challengers de Lima y Bogotá  y próximamente estarán participando en el Challenger de Manta y los futures en Guayaquil y Quito, el único requisito que deben cumplir es que no pueden recibir premios económicos mayores a sus gastos en estos torneos profesionales para mantener su condición de amateurs y así poder seguir manteniendo sus respectivas becas.

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