Publicidad

Ecuador, 21 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

“Juventud harta, pero débil”

13 de febrero de 2014

La semana pasada, el papa Francisco ha animado a la juventud, de la que afirma que “es muy triste verla harta, pero débil”, a cambiar de vida y no convertir en ‘ídolos’ el éxito, el placer y el poseer en modo egoísta.

“Atreveos a ir contracorriente. Sed capaces de buscar la verdadera felicidad. Decid no a la cultura de lo provisional, de la superficialidad y del usar y tirar, que no os considera capaces de asumir responsabilidades y de afrontar los grandes desafíos de la vida”, aconsejaba el Papa.

El Pontífice dijo también a los jóvenes que detrás de la verdadera felicidad está el desenmascarar y rechazar tantas ofertas a bajo precio que se les ofrece.

“Cuando buscamos el éxito, el placer, el poseer en modo egoísta y los convertimos en ídolos, podemos experimentar también momentos de embriaguez, un falso sentimiento de satisfacción, pero al final nos hacemos esclavos, nunca estamos satisfechos, y sentimos la necesidad de buscar cada vez más”, añadió.

Por otra parte, el Papa volvió a hablar de la pobreza como estilo de vida, aunque consideró que “en un tiempo en el que tantas personas sufren a causa de la crisis económica, poner la pobreza al lado de la felicidad puede parecer algo fuera de lugar”.

Por ello, explicó a la juventud que la pobreza de la que habla es “vivir con sobriedad, no dejarnos llevar por la cultura del consumo. Se trata de buscar lo esencial, de aprender a despojarse de tantas cosas superfluas que nos ahogan”.

Para el Papa, si se quiere superar la crisis económica, hay que estar dispuestos a cambiar de estilo de vida.

A propósito de lo expresado por el Pontífice, deberíamos romper con los esquemas de brillantez social que nos enseñaron a los jóvenes en el modelo capitalista, entre otras cosas, el conseguir dinero a toda costa para comprar todo lo que deseamos, y de esta manera convertirnos en hombres exitosos y admirados por todos.

Una vida perfecta no está basada en las circunstancias que vivimos, sino en las lecciones que sacamos de cada experiencia, de cada problema que nos va formando el carácter para ser quienes Dios quiere que seamos.

A lo largo de nuestras vidas transitamos por caminos pedregosos, siendo lo más importante el hecho de que, si caemos, tengamos la valentía de levantarnos y seguir adelante.

Existen tantos triunfadores que no se dan cuenta de cuántas victorias han logrado y viven sintiéndose derrotados.

Como corolario, quiero recordar a los jóvenes las frases de dos grandes motivadores: 1) “Un hombre puede ser tan grande como quiera ser, si usted cree en usted mismo y tiene el valor, la determinación, la dedicación, la competitividad; y si usted está dispuesto a sacrificar las cosas pequeñas de la vida y pagar el precio por las cosas que requieren más trabajo” (Vincent Lombardi); y 2) “Hay hombres que luchan un día
y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores.

Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles” (Bertolt Brecht).

Contenido externo patrocinado