Padres de familia y sus hijos que obtuvieron el título de bachiller al culminar el año escolar en la sierra ecuatoriana, exultan de alegría y esperanza al ver que se abre el camino hacia la universidad en un sistema meritocrático.
En la Casa de la Cultura Ecuatoriana la ceremonia fue para más de 300 bachilleres de establecimientos públicos; entre ellos destaco a una joven, del colegio Manuela Cañizares, hija de madre soltera, que con su trabajo de empleada de aseo, logró que su hija sacara el bachillerato con nota 900/1.000, y haya obtenido cupo universitario.
Senescyt organizó un acto para el Grupo de 264 alumnos bachilleres de Alto Rendimiento. Dos de ellos, con la máxima calificación de mil puntos, Pablo Velasco, de Otavalo, y Álex Hidalgo de Cayambe, irán a Inglaterra a la Universidad de Manchester.
Subrayo la filosofía humanística que se da en el colegio privado Cervantes de Tumbaco, de donde salieron bachilleres con Altos Rendimiento. El inspector general, después de citar a Cervantes: “Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho…”, hizo un inspirador discurso, que concluyó interpelando a los graduados con el llamado de Follerau: ¿Buscáis un objetivo para vuestras vidas? En el mundo faltan tres millones de médicos: sed médicos entre los pobres. /Más de mil millones de seres humanos no saben leer ni escribir: sed maestros para ellos. / Dos hombres de cada tres no comen lo suficiente: sed sembradores y lograd que las tierras incultas den cosechas que los sacien./ Vuestros hermanos necesitan de vosotros: sed sencillamente nobles obreros en cualquier disciplina, porque todo trabajo es nobleza cuando está pendiente de una estrella”.
Quise escribir a mediados de julio pasado sobre esta efeméride, y referirme a los postulados humanistas de educadores de la juventud como Alfredo Pérez Guerrero y Miguel Agustín Aguirre, pero estaba en todo su furor la masacre en la Franja de Gaza de la que me he ocupado hasta ahora prioritariamente.
Allí, en los planteles educativos, convertidos en albergues, se tuvo que suspender la enseñanza, ante la destrucción del persistente ataque genocida y asimétrico de Israel. Al menos siete cobardes bombardeos a escuelas de la ONU, cerca de 500 niños muertos, cientos de niños en hospitales. Es obvio que el régimen de Netanyahu no quiere ver a la juventud palestina educarse y surgir como tiene derecho; la ahoga en sangre y ocupa el territorio de sus ancestros.
Aprovechando un cese al fuego, en la universidad islámica de Gaza los estudiantes tuvieron que dedicarse a remover escombros para poder terminar el año escolar si cesa la masacre. Mientras que otros niños y jóvenes supervivientes lamentan que hayan asesinado a sus amigos o que algunos hayan sido atacados por una jauría de perros feroces aupados por ocupantes ilegales de territorio palestino, dejando a un niño de 5 años con graves heridas teniendo que ser llevado a una emergencia.
Que la tregua indefinida acordada se consolide. Para la seguridad de unos y otros, Israel debe abandonar los territorios “conquistados”.