Publicidad

Ecuador, 03 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Fander Falconí

Juego de tronos

01 de abril de 2015

La política es muchas veces banal, como sería un juego de azar. Pero, más que un juego, es una disputa. La política en la historia ha llevado, incluso, a las guerras.

“El mundo de Juego de tronos es, al igual que el nuestro, un tablero complejo con múltiples tensiones y luchas de poder. No es posible acabar con la violencia y el poder en sí mismos; tan solo cabe apropiarse de ellos y, neutralizando al resto de fuerzas y poderes, ponerlos al servicio de un determinado principio de legitimidad”, dice Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, en la introducción del libro Ganar o morir- Lecciones políticas en Juego de tronos (Ediciones Akal, varios autores, agosto de 2014).

Podemos, partido político fundado a inicios de 2014, intenta abrirse espacio en el tradicional bipartidismo español marcado por el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Estos dos partidos se han alternado en la conducción del Gobierno español y de los autonómicos.

El juego de poderes de la política está bien retratado en la famosa serie de televisión norteamericana Juego de tronos (en inglés Game of Thrones), de la cual Iglesias se confiesa admirador.

Juego de tronos, una serie de fantasía de la Edad Media, permite ver los misterios del poder, las encarnizadas disputas internas y los intríngulis palaciegos. Es una adaptación para la televisión de la novela Canción de hielo y fuego,  del escritor y guionista George R.R. Martin. La trama, con muchas escenas violentas y sexuales, gira alrededor de las luchas entre varios reinos por la conquista del Trono de Hierro en Poniente, un continente ficticio. En el fondo, retrata a un colapso civilizatorio, con ciertas similitudes al actual.

En la política concreta, Iglesias tiene un discurso a favor de la regeneración de la vida pública, con base en la idea de “gobernar obedeciendo las exigencias de la ciudadanía”. Como se conoce, España tiene ahora una crisis económica y un alto desempleo (casi un cuarto de la población económicamente activa). En este sentido, el surgimiento de Podemos, salvando las distancias, me recuerda al afecto desencanto que vivía Ecuador hace nueve años, luego de un neoliberalismo sin estabilidad política.

Por primera vez, Podemos participó (luego de su relativo éxito en los comicios europeos) en las elecciones legislativas autonómicas de Andalucía, celebradas el pasado 22 de marzo, y se convirtió en la tercera fuerza política detrás del PSOE y el PP, con el 14,8% de los votos (obtuvo 15 de los 109 escaños). Se esperaba más. Ahí están los límites del asalto al poder, si no se cuenta con estructuras políticas sólidas y organizadas.

El maquiavélico personaje de la serie Juego de tronos apodado ‘Meñique’ “nos recuerda que vivimos en un mundo donde algunos hombres tienen la suerte de nacer en la familia apropiada; otros deben buscarse su propio camino”, anota Iglesias en la introducción de Ganar o morir. El camino de Podemos es aún largo y no está exento de disputas turbulentas. Al fin de cuentas, esa es la política real.

Contenido externo patrocinado