Los contenidos de las intervenciones del 24 de mayo fueron de altísimo nivel. Destaco la de Rafael Correa por su coherencia y valentía en las posiciones de defensa de la soberanía nacional, de la región, de solidaridad con Cuba, Argentina, Venezuela e Irán y la denuncia de la actitud hipócrita, del doble discurso y las prácticas neocoloniales del imperialismo, así como la decisión de mantener una política internacional digna, que responde a los intereses de la región y al gran proyecto bolivariano de la Patria Grande.
Aplaudo, como todo el Ecuador democrático, la claridad de ideas de Gabriela Rivadeneira sobre nuestro recorrido histórico trágico, pero de luchas del pueblo y nuestro presente de acción democrática, de reivindicación de los derechos de la mujer y el nuevo rol protagónico de la Asamblea Nacional en el proceso de cambios con la Revolución Ciudadana.
Resalto, por su peso específico concreto, la propuesta de cambio de la estructura o matriz productiva de Jorge Glas, quien recordó que la RC, en este caso, contó con su coordinación en el manejo eficiente de los sectores estratégicos, rol que ahora lo asume como Vicepresidente.
Por ello Ecuador es dueño ahora de sus recursos naturales, rescatados de la voracidad de las transnacionales, que están sujetas al interés del país, dueño del petróleo, minería, etc. Recordó que en el país se construyen simultáneamente 6 centrales hidroeléctricas, lo que nos permitirá en pocos años ser exportadores de energía limpia, al pasar a producir el 93% frente al 45% de 2006.
Afirmó que seremos menos dependientes del modelo primario exportador que coadyuvó al atraso industrial y científico técnico; que elevaremos la productividad de la agricultura con tantas obras de riego y que se enfocará el crecimiento sobre la base de la economía del talento humano.
Señaló que la RC impulsa la construcción de la Refinería del Pacífico y que dejaremos de ser simples vendedores de crudo y compradores de combustibles caros, para autoabastecernos y más bien exportarlos, desarrollando la industria petroquímica que junto a la siderurgia crearán otras industrias.
Dijo que todo esto es posible por la visión integradora, de largo plazo, seria, soberana; es el resultado del proyecto PAIS, que se complementará con la organización del Sistema Económico Social Solidario y el gran programa social redistributivo Sumak Kawsay, bases del socialismo del Buen Vivir, que tiene el respaldo financiero, justo en el buen manejo estatal de estos sectores estratégicos.
Concluyó con certeza: ¡El momento es ahora, las personas somos nosotros y lo mejor está por venir!