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El Telégrafo

Intelectuales de hoy

28 de septiembre de 2013

El líder de hoy tiene que ser un intelectual teórico y pragmático. Como teórico, tener claro el proceso político y social; como pragmático, tener experiencia en los procesos burocráticos públicos. Los teóricos llaman “empíricos” a los pragmáticos, y estos “retóricos” a los primeros. Son dos extremos. No se trata de separarlos, sino complementarlos de manera dual.

Retórico es quien clarificó los conceptos sobre la realidad en el campo de la academia. Empírico quien adquirió experiencia en la burocracia pública. No hay teóricos ni pragmáticos puros, sino una mezcla. El teórico debe aprender del segundo sin quedarse en los claustros de la academia, y el segundo entender las realidades estructurales del Estado. En el extremo de la vida académica no hay otro compromiso que respaldar el pensamiento con argumentación consistente, mientras en el de la burocracia es difícil aplicar esas verdades. La modalidad productiva capitalista está tan arraigada en cada recodo que sus raíces son difíciles de corregir para cambiar el Estado, aun si el Gobierno está empeñado en hacerlo.

Mientras los intelectuales y pragmáticos de la derecha se agrupan y aprovechan las condiciones del sistema, los de izquierda no deben rivalizar entre ellos, deben complementarse; los primeros aprendiendo de la experiencia de los segundos, y estos de las clarificaciones de los primeros. Así disminuiría la vanidad y dogmatismo de los teóricos y la búsqueda de resultados exclusivamente materiales de los segundos. La relación dual resulta crucial, los primeros apelando más a la razón, los segundos más al corazón.

En los debates de hoy, y para evitar el desconcierto, hay que diferenciar a los de izquierda que sueñan con una sociedad justa, de los de la derecha que buscan la acumulación capitalista. Los intelectuales y pragmáticos de la izquierda no deben perderse ubicándose en los extremos, sino relacionarse de manera dual para beneficio de los pueblos. Es un debate entre izquierda y derecha, no entre teoría y pragmatismo de izquierda. Los líderes tienen que ser teóricos y pragmáticos, por eso se les confió el movimiento unitario que busca, ahora desde el Gobierno, cambiar el Estado y la formación social capitalista.

El Abya Yala, nuestra América Latina, espera que los líderes clarifiquen la teoría y respondan a las necesidades materiales, buscando cumplir con lo que decía Carlos Marx, que no se trata solo de interpretar el mundo sino de transformarlo.

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